Wednesday, May 25, 2016

Scarramuza.


Se puede hablar de “6 de Agosto” sin hablar de él. El olvido, el ostracismo, son herramientas útililes de las dictaduras. Los jóvenes no saben, ni les interesa quien fue. Pero no podemos hablar del Central Mercedes, sin hablar de Scaramuzza.



Luis Cayetano Scaramuzza Pandini nació en Buenos Aires, Agentina, el 22 de enero de 1901. Llegó a Cuba en 1923 junto a sus padres de origen italiano y se radicaron en el central Jaronú, provincia de Camagüey. Joven de buen humor y talento, llegó a ser un hombre de una dimensión científica muy notable.

No existe otra personalidad de las ciencias agrícolas en Cuba que haya llevado, personalmente, el conocimiento de la entomología a tantos países: Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Venezuela, Guyana Inglesa, Perú, Brasil, Argentina, Honduras, Trinidad, Antigua, Hawai, India.

Después de la introducción de Rodalia cardinalis (1920) y Eretmocerus serius, la avispita de la India (1930), el acontecimiento más relevante del control biológico fue la primera campaña desarrollada por Scaramuzza con la mosca cubana (Lixophaga diatraeae Towns) control nativo del bórer de la caña de azúcar Diatraea saccharalis Fab.
Después de su biología de Lixophaga emprende una carrera vertiginosa para la búsqueda de una solución al control del bórer como plaga dañina. Comienza sus primeros viajes a la Florida y al inicio de la década contrae matrimonio con María Magdalena (1932), y cuando llega al central Mercedes lo hace en compañía de sus pequeños hijos Luis Francisco y Magdalena Dolores.
 
La convulsa década del treinta no lo desvía de sus objetivos científicos: participa en la introducción de Paratheresia y demuestra su solidez de conocimientos.

Después de su viaje por el Amazonas, su participación en el IV Congreso del ISSCT en Louisiana y la introducci ón de Metagonistylum, nos encontramos un Scaramuzza que ha terminado la etapa de consolidación de su brillante carrera, y es líder de la entomología aplicada a la lucha contra el bórer o perforador.

Finalmente participa en la introducción de Metagonistylum en la Guyana Inglesa. A solicitud de Myers asiste al IV Congreso del ISSCT y alcanza la presidencia de la Sección de Agricultura en la XIII Conferencia del ATAC de 1939.

En la primavera de 1945 la Compañía Atlántica del Golfo lo nombró su entomólogo, procediendo a organizar una intensa campaña de control biológico del bórer en los centrales Conchita y Mercedes. Para ello tuvo el auxilio de Jorge Fernández, maestro agrícola de la Estación Experimental Agrícola y comisionado por el ministro de Agricultura, que mostró interés por esta iniciativa privada.

En octubre de 1945 Pandini se hizo protagonista de un hecho sin precedentes en la historia de la sanidad vegetal en Cuba: la apertura del primer laboratorio de control biológico en el batey del central Mercedes. El mérito de establecer y desarrollar una tecnología de reproducción de la mosca cubana lo llevó a planos internacionales.

Conocedor de cinco idiomas, español, inglés, portugués, francés e italiano. Pudo más fácilmente proveerse de una cultura universal que enriqueció con su fabulosa expedición de seis meses por los intrincados afluentes del río Amazonas en su búsqueda de material biológico exótico que aún se conserva como patrimonio en su casa del batey del central Mercedes. En la comunidad donde vivió quedan sus huellas, su casa y el laboratorio que en octubre de 1945 abrió sus puertas al mundo cañero de América continental y el Caribe.*

* Nota del autor.
En la comunidad donde vivió Scaramuzza, el central Mercedes, no queda reconocimiento alguno para este gran científico, ya no queda ni el central azucarrero.











 








 

Tomado de: SCARAMUZZA PANDINI: UNA PERSONALIDAD EN LA HISTORIA DE LA SANIDAD VEGETAL

Nilo Fernández Mariño