I hope my son that one day you will learn:

You will learn the true meaning of the word love.

You will learn that before loving anyone, you must love yourself first.

You will learn that hypocrisy is the lowest form of misery in human kind.

You will learn that you are a prince because you are God’s child, who is truly the real King.

You will learn that gold and manure both shine but there exists an enormous difference between them.
 
You will learn not to trust those who invoke God’s name in excess, because in reality they are hiding from something or someone.

You will learn that those who despise you, who do not care enough for you, do not deserve you.

You will learn that every action has a cause and every cause has an effect.

You will learn what is left behind, what is detached in reality is unwanted weight off your shoulders.

You will learn that respect is gained by firm decision making and not by ambivalence.

You will learn that your greatest treasure is your integrity and that is not negotiable.

You will learn and only then will you leave behind an innocent man and become a man of good and most importantly a man who is just and truly free.

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Un día hijo mío, aprenderás:

Aprenderás el significado verdadero de la palabra amor.

Aprenderás que para poder amar, es necesario amarse primero uno mismo.

Aprenderás a detectar la más ruin de todas las miserias humanas, la hipocresía.

Aprenderás que aquellos que te desprecian, que no te quieren, en realidad no te merecen.

Aprenderás que eres un príncipe, pues eres hijo de Dios que es el único y verdadero Rey.

Aprenderás que aunque ambos brillan existe una enorme diferencia entre el oro y el estiércol.

Aprenderás a desconfiar de aquellos que invocan con exceso el nombre de Dios, porque algo ocultan, algo callan.

Aprenderás que todo es motivo de una causa y toda causa tiene un efecto.

Aprenderás, que lo que queda atrás, lo que se te desprende, es en realidad lastre, peso que no necesitas para seguir tu camino.

Aprenderás que el respeto se gana con decisiones firmes y nunca con ambivalencias.

Aprenderás que tu gran y único tesoro es tu integridad y esa no puede jamás ser negociable.

Aprenderás y ese día hijo mío, dejaras quizás de ser un hombre inocente, pero serás un hombre bueno y lo más importante un hombre justo y un hombre verdaderamente libre.