Tuesday, November 22, 2011

Carta póstuma.


By Miguel Grillo Morales on Tuesday, September 27, 2011 at 9:45am


Buen Socio.

Justo ayer recibí tu carta. La estaba esperando, desde aquella tarde de nuestra última conversación, cuando tu voz ronca, a través del mi celular me alerto: - “Hoy te puse correspondencia, espérala”.
Por esos caprichos de la vida y la morosidad del correo cubano, me llego ayer, 23 de Septiembre, víspera de la virgen de las Mercedes, patrona de tu pueblo y el mío. 62 días después de tu haberla escrito, 20 días después de tu muerte.


Hace mucho aprendí a controlar mis instintos, por eso la deje reposar un día sobre mi escritorio.
La leí con gran dificultad, se me nublaba el papel y me ahogaban los sollozos. Tu letra pequeña, elaborada, tus ideas claras organizadas. En ella me hablas del tu batalla contra el cáncer, del fuerte tratamiento de químio y radiaciones a que estas siendo sometido y de tu voluntad y esperanzas. Es imposible deducir que la escribes en el ocaso de tu vida, a escasos días de tu muerte.

Haces un detallado recuento de todo lo que unió nuestras vidas desde que mis ojos se abrieran a la luz frutecida de la finca Esperanza y Sumidero, en el Central Mercedes. Cuando aquellos potreros veían pasar tu figura y la mía caminando hacia el río. El Sol del trópico calentaba nuestras espaldas y fraguaba una relación sólida, que no lo sabíamos entonces, pero duraría más de medio siglo.

Recuerdo el circulo de novillas cebú, curiosas y retozonas a nuestro alrededor. Tú me hablabas de Rafael de León, de Lorca, de Martí, del último libro que habías leído. De pronto te detenías y me demostrabas sobre el terreno alguna maravilla de la naturaleza que podía ser la cueva de un insecto o el nido de un sabanero. Siempre un consejo sabio, una opinión honesta.

Tu relato incluye recuerdos de nuestra incursión en los negocios en Republica Dominicana, primero en la finca Botoncillo Agroindustrial y más tarde en la panadería La Reina. Fueron nueve años inolvidables, en que retomamos el vínculo perdido por mi partida de Cuba y descubrimos que aquella relación de niño a hombre se consolidaba mucho más, de hombre a hombre. Socio, cuanta enseñanza recibí de ti.

En tu carta, me hablas de muchas cosas. De tu orgullo por el desenvolvimiento de mis cuatro hijos y rememoras cuando compartiste con ellos, en aquellos días de vacaciones en diferentes playas dominicanas, de la misma manera que lo hacías hace muchos años conmigo. Todos ellos te recuerdan con un cariño diáfano.

Incluyes algunos pensamientos de Marti:
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- Lo grande da alegría, lo pequeño aflige-
-La discreción es la forma suprema de la inteligencia-
-Los egoístas son las rémoras del mundo-
-Si es noble decir la verdad, lo noble es decirla toda-
La sección de pensamientos la terminas con uno lapidario y estremecedor:
-Para disponerse a morir, es necesario antes oír la voz de una mujer-
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Tu despedida es contundente. Sobre tu firma compuesta de cuatro letras, descansa uno de los más sencillos pero intensos párrafos que yo te he leído. Me dices:
Voy concluyendo mi vida y solo te pido:
Recuérdame un poco cuando sea posible. Debes saber que yo te quiero tal como eres. Soy un producto de muchos errores y pocos aciertos, así soy sin dudas. Nunca he sido desleal contigo. Muchas cosas más no digo pues no puedo. Quizás las mejores cosas las digo cuando callo.
Un abrazo muy grande para ti.
Pepe.

Coño Socio, esta carta y tu ausencia me dejan con el corazón ajado. Siento un ahogo en el pecho, un vacío, solo comparable el que sentí cuando murieron Miguel y Carmita. Y es, porque te he querido como se quiere de veras, sin trabas, sin tremola, limpio y puro, como eres, como fuiste. Hoy veo mucho mas claro el porqué aquel niño que fui, te escogió como su primo preferido. Esta carta y más de medio siglo de experiencias vividas me reafirman aquella decisión.

Viviré con la amargura de no haber estado para darte un último y prolongado abrazo, pero también con el regocijo y la satisfacción de haberte expresado mi admiración y mi cariño, muchas veces.

Esta carta llegara algún día, y de algún modo, a tu casa en Amarillas. Quiero creer que alguien te la leerá, aunque sea sentado al borde de tu tumba.

Y cualquier mañana de estas, por algún potrero que quede en la finca de los Grillos, sobre lo que es hoy el cementerio de nuestra niñez y nuestros viejos anhelos, dos figuras avanzarán hacia el río, charlando de esas cosas sublimes que siempre charlábamos, observando la naturaleza que nos rodea, reirán y la calida brisa que brota de la manigua ondeara las desabrochadas camisas al viento.
Porque probado esta, que tu cariño y el mío sobrevivirán más allá de tiempo y la distancia. No te extrañe si detengo mi andar, si aspiro el olor húmedo a rocío y a potrero y con la voz firme, pausada te digo: - Lázaro José Grillo Álvarez, mí querido primo Pepe, gracia por existir. Te voy a querer siempre y mucho.

A Silvia y a Nena.




By Miguel Grillo Morales on Thursday, August 11, 2011 at 5:44pm


Ocurrió en los albores de siglo XVII. En una pequeña canoa, tres obreros en busca de sal surcaban las aguas de la oriental y norteña Bahía de Nipe. Cuando vieron flotar, entre la espuma de las suaves olas, un pequeño bulto blanquecino que se les antojó ser un ave; el día comenzaba a clarear y remaron a su encuentro.
Sus vestiduras estaban secas a pesar de navegar sobre una débil tablilla, en la cual unas grandes letras decían: YO SOY LA VIRGEN DE LA CARIDAD.

A Silvia y a Nena.
Construido en el siglo diecinueve, el Barracón del Central Mercedes, era un conglomerado de pequeños cuartos donde vivían los esclavos de aquella época. Paredes inmensamente gruesas, techo de rojizas tejas y ventanas de madera, formaban aquella fortaleza que recorría todo un lateral del parque del Ingenio.
Ocupado por obreros y sus familias, se convirtió a principio del siglo veinte en un vibrante y bullicioso barrio donde radicaban algunos negocios como: La Oficina de Correos, la barbería de Pití, el puesto de Heriberto y la búlgara y el de Cristina. Casi al centro, en la calle del parque, se alzaba la Iglesia, desde donde sobresalía el blanco campanario al resto de la edificación de una sola planta.

 
Dos jóvenes hermanas, Silvia y Nena Rodríguez, llamadas por todos “Las Apolonio” volcadas desde muy temprano en su fe cristiana, contribuían incansablemente con todas las actividades que se realizaban en aquel templo.
Silvia fue mi maestra de catecismo a principio de los años sesenta. Recuerdo que formaba dos grupos de niños sentados en los bancos de la Iglesia, un mapa de la Isla de Cuba sobre la blanca pared, dos pequeños automóviles que hacían el recorrido, avanzando por la carretera central, de oriente hacia occidente. Contestar correctamente significaba avanzar el auto al próximo pueblo. El grupo del auto que alcanzara primero la meta, recibía algún regalito.


Cuando la siniestra garra de la tiranía Castrista se abalanzo contra toda forma de libre expresión, la Iglesia católica fue una víctima más. La Iglesia del Central Mercedes, fue demolida para dar paso a una línea de ferrocarril. Las Apolonio, lograron rescatar algunas cosas y las llevaron a su casa, donde siguieron practicando su fe, contra viento y marea. Su casa, se convirtió en una “Casa de Oración.” En aquella vieja casa de madera se realizaron bautizos, comuniones y todo tipo de ayuda comunitaria. Puede que afuera la tiranía aupara el odio, dentro de aquella vieja casa, siempre se predico el amor al prójimo. Víctimas de la represión, Silvia fue detenida, interrogada y amedrentada por funcionarios de Seguridad del Estado en más de una ocasión. Jamás claudicaron,  jamás cedieron al chantaje, jamás renunciaron a su amor a Cristo, solo la fe mantuvo aquellas dos mujeres y aquella vieja casa en pie.

La Virgen de la Caridad, la que se le apareciera a los tres Juanes en busca de sal, está haciendo un recorrido por toda la Isla. El pasado 19 de julio visito el Central Mercedes, llamado hoy “6 de Agosto”. Un gran número de personas la esperaron a la entrada del pueblo, después de un acto multitudinario en el parque, precedida por trece caballos, la procesión se dirigió a la casa de Las Apolonio. Una foto tomada en ese momento muestra la vieja descolorida y deteriorada casa. En el portal, una mesa como improvisado altar llena de flores, un cartel con la imagen de la virgen y otro que reza; “Virgen da La Caridad Bendícenos”.

Parada en el umbral de la puerta, bastón en mano, aferrada a la puerta como a su fe, asistida por una vecina, Nena mira complacida la multitud. Pero hay algo que no se alcanza a ver en la foto, algo que no capta el lente, porque esta mas allá de la imagen impresa, es el coraje, el estoicismo de una mujer que junto a su hermana, dedicaron ambas, sus vidas a servir a Jesús y al prójimo, que es lo mismo.

Silvia, mi maestra de catecismo, la indomable, ya no está físicamente, murió hace unos años, murió en su amado Central Mercedes, en la vieja casa que la vio nacer y que se niega a ser víctima del desarraigo y el desatino. Nena aun sigue allí, noble, pero desafiante, como un monumento a la dignidad y al amor. Confieso que me conmovió la foto. Sentí deseos de abrazar fuertemente a Nena y decirle con toda la ternura: Gracias a ti y a Silvia, por llevar solas la fe y el peso que nos correspondía a todos. Que la Virgen De La Caridad te bendiga y te proteja siempre.

NAUFRAGIO


By Miguel Grillo Morales on Friday, July 29, 2011 at 11:18am
Hace una semana naufragué. Es un naufragio planeado de antemano, un naufragio first class (como diría Facundo Cabral) Un cómodo cherlón, una sombrilla azul, hielo, Buchanan’s, arena fina y Rebeca (no Pilar) y este eterno mar Caribe que se empeña en deshacerse contra el litoral en olas de blanca cresta y sutil cadencia.
 La primera provisión que agoté fue la lectura. La novela: “El hombre que amaba a los perros” de Leonardo Padura, un cubano de Mantilla y “siempre en Mantilla”, me duro menos de lo que dura ese blanco demacrado en las nalguitas de las europeas bajo este sol antillano. Es una de las mejores obras que he leído en los últimos tiempos. Asomarme, (desde la narrativa de Padura) a la vida y muerte de Liev Davidovich, Ramón Mercader e Iván Cárdenas, me ha dejado un sentimiento extraño, como un dolor propio y a la vez ajeno.
Si bien es una novela nacida en la imaginación y creatividad de su autor, el hecho de tratar acontecimientos históricos la hace real. No solo nos narra la vida y muerte de estos tres personajes. Nos narra la vida y muerte de una utopia, que fue el sueño y la pesadilla de muchos. Me atrevo a añadir: Lamentablemente aun, lo sigue siendo.
 Nosotros los cubanos, que andamos por el mundo desperdigados, como un rebaño de ovejas atacadas por un lobo, pero libres, tenemos la costumbre de cuestionar en exceso a los que quedaron a merced de la dictadura. Creo que Padura nos hace reflexionar y comprender el verdadero significado de esa palabra que ha mantenido en vilo a toda una nación: MIEDO.
Al término de la lectura deposité el libro de carátula negra sobre la blanca arena. Miré a mí alrededor. Mocho extasiada escuchando música en su Iphone. Mis cuatro hijos, jugando Voleibol con un grupo de amigos franceses. Recordé que hace unos años caminé en compañía de mi familia, por Florencia, Nápoles, Pompeya y lance algunas monedas a la Fuente Trevi. Todos esos sueños, simples y mundanos, que Iván no pudo jamás realizar.
Caminé hasta la orilla buscando en la arena, esa franja donde el mar deposita todo lo que le sobra. Buscaba quizás dos pedazos de madera corroída, cruzados entre si, en forma de cruz, la cruz del naufragio, como aquella que encontró Iván en Santa María del Mar cuando conoció a Ramón Mercader. El mar me mojo los pies, agua cálida y cristalina, solo entonces salí del letargo en que me dejo el final de El hombre que amaba a los perros y comprendí que no era necesario buscar en la arena, pues sobre mis hombros, sobre nuestros hombros, hemos cargado todos los cubanos, los de dentro y los de fuera, la roída y pesada cruz, la cruz de nuestro propio naufragio.

A FACUNDO


By Miguel Grillo Morales on Saturday, July 16, 2011 at 10:33am
Me encontré con él, cara a cara, en el lobby de un hotel en Quetzaltenango, ciudad de un país de cuyo nombre hoy no puedo o no quiero acordarme. Siempre he tenido reserva en transgredir la privacidad ajena, más si de un famoso se trata. Dude antes de saludarle.  
-Saludos Maestro. - le dije extendiendo mi mano.
A través de sus lentes, grandes redondos y oscuros, me miro unos segundos. Lentamente, sin prisa, extendió la suya y me dijo casi en un susurro. 
-Saludos, ¿Como te llamas?
 - Miguel, y es un honor saludarle.
-Yo me llamo Facundo y el honor es mío.
-Maestro siempre que acudo a un concierto suyo, salgo agradecido.
- Yo también. Por tu presencia.
-Maestro gracias por su arte.
-Gracias a ti por considerar lo que hago arte. Y recuerda: “maestro es quien te puso delante de mí y a mí delante de ti”
 Así conocí a Facundo Cabral.
El sábado 9 de Julio del 2011, a las 5:20 de la mañana, la mitad del mundo aun dormía, la maldad no. Una ráfaga de AK-47 (otra vez el AK-47) dirigida a un empresario que lo conducía al aeropuerto, acabó con la vida de uno de los seres humanos más extraordinarios que he conocido. Vi su cuerpo sin vida sobre el frío piso de cemento de una estación de bomberos. A unos pasos, tirado como él, su maletín de cuero y su inseparable bastón. Sus botas tejanas, su camisa y pantalón de jeans marca Levi’s y su chaqueta de cuero beige manchadas de sangre.
Esas balas no mataron a un solo hombre, mataron a Borges, la Madre Teresa, Arthur Rubinstein, Octavio Paz, Dalí, Whitman a Lorca y tantos otros. Nos mataron un poco a todos. Hirieron gravemente al mundo y la civilización. Un hombre enamorado de la vida y el futuro. Cantor de esperanzas, paz e ilusiones. Ametrallado vilmente en un acto de desmesurada violencia.
Facundo Cabral jamás simpatizo con dictaduras. Ni de derecha, ni de izquierda. Le parecían abominables. Por esa razón nunca actúo en Cuba. He tratado de controlar la pena. He dejado reposar la ira una semana. Solo así, puedo hoy escribir este pequeño tributo, a un hombre que hace ya muchos años, en Quetzaltenango, ciudad de un país de cuyo nombre hoy no puedo o no quiero acordarme, al preguntarle. - ¿Hacia dónde va Maestro? Percatándose de mi nacionalidad, me contesto con una diáfana sonrisa. - “Yo vengo de todas partes y hacia todas partes voy”
Descanse en paz Facundo Cabral.

LA VIRGEN.



-- Que esta virgen te proteja y te acompañe siempre. Me dijo mi Tío Pipe Grillo desde su lecho, entregándome una diminuta medalla con la esfinge de La Caridad del Cobre. Unos días antes, nos había llegado a mis padres y a mi el telegrama con la salida definitiva del país. Afectado emocionalmente ese día lo pasó en cama. Yo no lo sabía entonces, el sí, aquella seria nuestra última charla, nuestro último encuentro. Tres meses más tarde residiendo  en Madrid, me llego la mala noticia: Pipe se habia quitado la vida.

Aquel hombre inmenso, serio y firme, respetado por todos, no pudo o no quiso soportar el injusto robo y saqueo al que fue sometida la finca Esperanza y Sumidero, negocio familiar que el administraba y enfermó. Aun no sé porque, pero fui su sobrino favorito. En el anca de su yegua Princesa aprendí los secretos y el amor por la cría de ganado Cebú. En su despacho, con inolvidables lecciones aprendí el arte de hacer negocios. Aprendí de Lincoln de Martí y quizás lo más importante, descubrí la peligrosidad y perversidad de un régimen que disfrazado de humanismo, se abalanzaba sobre la nación cubana como un huracán. – Fidel es un tirano y arruinará el país para mantenerse en el poder. Añadió.

Por miedo a que nos quitaran la medulla en el aeropuerto, violación muy común en aquellos años, mi Madre la cosió al forro de mi abrigo. Así, oculta partió conmigo al exilio. Desde entonces La Caridad del Cobre está presente en todos mis asuntos. En una cadena cuelga de mi cuello. No la abandono ni me abandona. Sin mediación alguna acudo a ella, agradecido por la maravilla y la bondad de vivir, buscando guía en decisiones de negocios, o pidiendo por la salud de algún ser querido. Dicen que eso se llama fe. La mía, se la debo en parte a aquella pequeña medalla que me entregara mi Tío en un momento tan decisivo de mi vida.

Hoy mi amiga María Esperanza Semper me deja saber a través de un link en Facebook, que la virgen,nuestra virgen, en un peregrinaje por toda la Isla visitará nuestro pueblo el próximo día 19 de Julio. No encontrara la patrona un Central Mercedes majestuoso, pulcro y cuidado. Aquello es hoy una lamentable ruina. Hasta la Iglesia fue demolida para dar paso a una vía férrea. Pero si encontrara un pueblo ávido de cambios. Un pueblo que no se merecía este desatino que le ha tocado vivir. Se de antemano que el recibimiento será apoteósico. Nunca antes un pueblo ha necesitado más de su fe y de su virgen.

A mí, que siempre me acompañan las palabras de despedida de mi inolvidable Tío Pipe. No puedo pasar por alto esta oportunidad y pedirle. Por mi entrañable primo Pepe Grillo, que enfrenta hoy quebrantos de salud y es hijo de aquel hombre que me regalara la fe en forma de medalla siendo yo un crío. Por los todos los residentes de mi pueblo, por toda Cuba para que esta larga, larguisima noche que nos ha tocado vivir llegue a su fin, AMEN.

Con dos que se mueran.


By Miguel Grillo Morales on Thursday, June 23, 2011 at 11:16am



Vi, con detenimiento la participación se Silvio Rodríguez en el programa “Con Dos que se Quieran” conducido por Amaury Pérez en la Televisión Cubana. Ya nada me asombra de Silvio. Declararse el cantante oficialista de los hermanos Castro, no es otra cosa que una reafirmación de algo que ya todos sabíamos.

En todos los tiempos distintos tiranos han utilizado, por amor o por temor, el arte y algunos artistas para su beneficio y propaganda. Pero la actitud del autor de Ojala, sobrepasa con creses todas las anteriores. Es a mi juicio, merecedora de ingreso en el libro de récords Guinness. En esta oportunidad llega criticar a cantantes cubanos exiliados en USA, por cantarle hace años en la casa blanca, al presidente George W Bush. Cuando él lleva casi medio siglo cantándole a la tiranía más antigua de América. No solo cantándole, respaldando sus más horribles crímenes.

En la entrevista se le ve taciturno, triste, acomplejado. Tiene que estarlo. La chicharoneria tiene un alto precio. Solapadamente menciona que a la revolución es necesario quitarle la R, a sabiendas de para que exista evolución en Cuba es necesario quitar dos C.

Me pregunto ¿Que sentirá este trovador cuando mira la Habana pasar, parapetado tras los cristales de su auto? Esa Habana derrumbada y maltrecha, víctima de más de medio siglo de arbitrariedad dictatorial. Ese pueblo arruinado y con la vista y la esperanza puesta en marchar al extranjero. Para él, la culpa de todo la tiene el bloqueo, el Imperio. Dice no haberlo olvidado, pero qué lejos está este Silvio, de aquel joven que un día fue el que vetaron en la radio y la TV cubana. Qué lejos esta de los verdaderos anhelos del pueblo cubano. El es de esos, que una mañana despertaran y preguntaran: ¿Que paso? Nada: ¡Que se murieron dos, y basta!

Friday, November 18, 2011

Embarrado

By Miguel Grillo Morales on Sunday, June 12, 2011 at 11:44am

El pasado día 4 de Junio, sábado, estuve muy preocupado con mi novilla Cebu #117. Tengo un especial apego con ese animalito, fue la primera que nació hace unos años en mi finca, y era primeriza.

Esa tarde presentaba síntomas de parto. La vigile constantemente. A las once y media de la noche ya el ternero tenía las dos patitas delanteras afuera. Después que esto sucede, si en dos horas no ha parido puede ser fatal. A la una y media de la mañana la visite de nuevo. Acostada de lado, con constantes contracciones, no había avance. Busque lo necesario y comencé a asistirla, atándole las patas al ternero con una cuerda. Fue necesario utilizar un Ranger todo terreno, para tirar y extraerle, lentamente, el ternero, un macho, inmenso hijo de nuestro semental Mocho Manso.

Tenía la lengua afuera, negra. Le succione la mucosa de la boca y las fosas nasales y comencé a darle masajes, presionándole el tórax, logre que comenzara respirar con un ritmo rápido y corto, expulso líquido amniótico por la boca, sacudió con brios la cabeza y las largas orejas mojadas hicieron un ruido enorme, que se me antojo melodioso.

Dos de la mañana. Me tire boca arriba en la hierba, embarrado de todo eso que tiene una vaca de parto adentro y sentí un gran regocijo. Confieso que mayor al que experimente cuando National Pride, obtuvo la licencia para confeccionar bajo el label Disney.

Mire el cielo cuajado de estrellas y experimente una sensación muy familiar, como una intuición. Desde algún lugar del infinito, los viejos Grillos, aquellos incansables monumentos de hombres, se regocijaban con aquel logro. Y pueden ustedes creer que pensé en Cuco Pérez*, claro inmediatamente descubrí la razón, estaba completamente embarrado de  mierda.
* Cuco Pérez: Pendejo nombrado por Fidel Castro como interventor de la finca Esperanza y Sumidero, propiedad de los hermanos Grillo..

No es tiempo de partir.



By Miguel Grillo Morales on Thursday, June 2, 2011 at 5:26pm 

No soy capaz de precisar cuando tuve razón de su existencia. El más remoto y lucido recuerdo, es la visión de su figura avanzando a pie, desde la esquina de Paco, por el callejón de la finca, donde yo vivía, en el Central Mercedes, Matanzas, Cuba. De mediana estatura y de piernas zambas, verle aparecer me llenaba de regocijo, su presencia significaba un día de pesca o cacería, dos actividades que para un crío de seis o siete años significaban el más preciado anhelo.


Desde la distancia yo gesticulaba, con las manos, con el dedo índice, apuntaba repetidas veces, en dirección al río. Con aquellos gestos formulaba una pregunta: -¿Vas al río? El, repetía el gesto, apuntando en la misma dirección, a modo de afirmación. Pero inmediatamente, cambiaba la dirección del dedo, señalándome hacia el lado contrario, dejándome con la incertidumbre sobre sus verdaderos planes. Mi gesto se repetía. Su respuesta se hacía más complicada. Esta vez, su índice indicaba a la derecha, a la izquierda, hacia arriba y hacia abajo. Yo advertía la broma, hacia lo mismo. Mientras la distancia se acortaba entre nosotros. Aquello tomaba apariencia de un dialogo entre dos locos, sordo mudos. Ya junto a mí, preguntaba: -¿Te dejaran ir? -¡Claro que sí! Jamás mis Padres le negaron el permiso a llevarme con él.

Aquellos días viven y vivirán para siempre en mi memoria, ávido cazador y pescador, de verbo fácil, un día junto a él era más, mucho más, que una cacería o pesquería, era una fructífera enseñanza. Con sus conocimientos de entomología descubría para mí, ese mundo de tesoros que guarda la naturaleza y que pocos son capaces de advertir. La hermosa metamorfosis de un insecto. El complicado tejido del nido de un colibrí. El comportamiento de un hormiguero. La razón por la cual, en el monte, los bejucos crecen enredándose siempre hacia la derecha. La invariable curiosidad de que una mazorca de maíz, tiene siempre hileras de granos pares. Fueron algunas de las enseñanzas que aprendí de él. Aprendí también a disparar un rifle, pescar con anzuelos y fija.

Con una máscara y un arpón, sin patas de rana (para no remover el lodo) se sumergía en el río de Palmillas que bordeaba la finca y capturaba biajacas y truchas que lazaba para que yo las ensartara en un bejuco. Así recorríamos la rivera, hasta que la carga se me hacía demasiado pesada. Atravesando potreros, rodeados de novillas curiosas, en aquella finca Esperanza y Sumidero, propiedad de nuestros Padres, aprendí poesías de Martí, Lorca, Rafael De León, Buesa y de Juan De Dios Peza y por supuesto, las décimas picarescas y costumbristas del repertorio cubano.

Veinte años mayor que yo, siempre tuvo la paciencia necesaria y la enseñanza precisa. Hasta cumplir mis catorce años, fue mi mentor, guía y mi héroe. Por esas fechas, un Iberia plateado con destino a Madrid, puso kilómetros y años entre nosotros. El, quedo allí, en el entorno que nos vio nacer. Yo comencé mi vida en otras latitudes.

En 1995 realice una inversión en el área de la agricultura en República Dominicana y logre su participación en ella. La afinidad, intacta, nos ayudo a retomar el vínculo roto. En aquella empresa logramos reencontrar nuestros destinos y recuperar el tiempo perdido. En nuestro tiempo libre, volvimos a hacer estragos, esta vez, a las truchas de La Presa de Hatillo, a las palomas rabiches de la Línea Noroeste y hasta en algún casino de la capital. Hablando de lo sublime y de lo ridículo, degustando un buen licor, más de una vez nos sorprendió el alba. Fueron nueve años irrepetibles e inolvidables.

En el 2004 regreso a Cuba. Siempre mantuvimos contacto. Conservo sus extensas y bien redactadas cartas. Hace un par de semanas el hermano de su esposa me advirtió que no andaba bien de salud. Llame a su casa y me preocupo el relato de su hija. Colgando con ella, llame a una amiga, más que amiga casi hermana, con la cual, por esas cosas del destino que nos ha tocado vivir a los cubanos, no tenía contacto desde hace décadas. Conociendo su relación con el sector de la salud, le pedí ayuda. No me defraudo.

Los resultados de la investigación no tardaron y confirmaron mis temores. Lázaro José Grillo, mi entrañable primo Pepe Grillo, hijo de Pipe Grillo y Digna Álvarez, mi querido compañero de andanzas, es víctima de un tumor en el tercio inferior del esófago con metástasis en la base del pulmón. Desde entonces ando perdido, más pesado, más lento, más triste. A duras penas logro concebir estos párrafos pues se me nubla la razón y el teclado. Me laceran, su precaria salud y esta imposibilidad impuesta de no poder darle un fuerte y prolongado abrazo, agradecerle la infinita paciencia con el niño que fui y la lealtad con el adulto que soy. Y porque no, con los ojos nublados por el llanto, repetir aquel lejano gesto de complicidad infantil, señalarle con el índice hacia el cielo y decirle: - No, aun no, por favor resiste, aun no es tiempo de partir.

Tuesday, November 15, 2011

Necrópolis

 

By Miguel Grillo Morales on Wednesday, April 20, 2011 at 7:35pm

 
El reciente Congreso del Partido Comunista de Cuba, dejo olor a funeraria y cementerio. Los quince principales miembros “elegidos” de la cúpula gobernante suman nada más y nada menos que 1,011 años. La entrada de Fidel, no tiene desperdicio. El otrora número uno de todo, necesita asistencia hasta para dar veinte pasos. La Revolución esta completa, más cuando se le oye a Raúl Castro, después de 52 años de poder absoluto, tranquilamente decir: “- Afrontamos las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos debidamente preparados, con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno.” Esta aseveración tiene que producir una legítima preocupación entre sus adoradores y partidarios. Estos ancianos, quieren tanto a su Revolución que se la van a llevar a la tumba.
Pero donde Raúl le puso la tapa al pomo fue cuando sentencio:“- Resulta recomendable limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales. Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución.”
O sea, ahora, cuando no le queda a ninguno de ellos, diez años de vida, es que se les acure habilitar una ley que limita la reelección. Si esto no es una tomadura de pelo que venga Lina y lo vea.
Dentro de poco, los veremos comenzar a desaparecer físicamente. Pero la destrucción, la miseria y el legado de odio, desarraigo y muerte que le han causado a la nación cubana, me temo que durara mucho, pero mucho tiempo.

Soñar con una Santa.


By Miguel Grillo Morales on Monday, April 4, 2011 at 7:03pm
Hace mucho que no sueño. O al menos no logro recordar mis sueños. Anoche soñé, más que un sueño, creo fue una pesadilla. Soñé con mi maestra de cuarto grado, Santa Viart. Estaba en mi aula, en la escuela primaria, José Abrines, en el Central Mercedes, Matanzas, Cuba. Santica, como le llamaban los que la querían, vestida con su traje verde olivo empercudido de miliciana, nos impartía una clase en la que se empeñaba en demostrarnos la diferencia y las ventajas del comunismo sobre el capitalismo. Haciendo pericias para vencer el tedio, fui sorprendido dibujando algo en una hoja de papel. –“Grillo, parece en aquel rincón”. Parado de espaldas a la clase, desde aquella esquina, podía al menos, mirar a la calle y sentir el cálido aliento del Central Mercedes en forma de brisa azucarada, a través de las persianas. Me fui escapando de aquella explicación de las desventajas y la aberración de la explotación del hombre por el hombre y caí en un trance de divagación mental. A lo lejos, como un apagado eco, oía la voz de la Santa esforzándose en aquella latosa exposición.

 Y sonó el despertador, sacándome de la incómoda penitencia y del sueño. En lo primero que repare fue en el despertador, fabricado en un país capitalista, la melodiosa canción, la estación de radio, capitalistas. ¡Respire aliviado! Comencé un lento periplo por mi casa, y pensé, esta casa fue fabricada por un capitalista, mis pantuflas, pasta de diente, cepillo, jabón, toalla, todos fabricados bajo un sistema capitalista. Agudice mi observación. Las piezas que componen el cuarto de baño, toalleros, lavamanos, inodoro, bidet, ducha, puertas y ventanas. Fui hacia la cocina, muebles, refrigerador, horno, convencional y micro ondas, estufa, lavaplatos, fregadero, tostadora, cafetera, café, azúcar y el pan, hasta el exquisito pan todo obra de capitalistas. Mire hacia la sala y el comedor, salón familiar, un rápido inventario produjo el mismo resultado. Mire hacia el exterior, los muebles del patio, el auto estacionado, todo lo que me rodea es pensado, diseñado, producido en un sistema de libre empresa y de corte capitalista. Mi conclusión fue sencilla: “Esto se debe a que vivo en un País capitalista”. Me pregunte: ¡Diablos! ¿Que han fabricado los comunistas? ¿Como será en un país comunista? Como vivirá, por ejemplo, Silvio Rodríguez y su familia, que tanto defiende el sistema castrista. No fue necesario esforzarme para saber la respuesta. !De la misma manera que vivo yo! Desde la casa que habita y todos los bienes de consumo, todas esas fruslerías que hacen su vida y la de sus familiares, mas fácil,  más llevadera,  fueron y son creados, desarrollados y producidos por el sistema que tanto odian y atacan, desprecian y critican. El sistema totalitario, el comunismo, que esos señores hoy se empeñan en defender y apuntalar, solo ha creado miseria, devastación y ha llevado a la nación cubana a la ruina. Esos cambios que el sistema a regañadientes, quiere implantar ahora, hace mucho fueron inventados, tienen nombre y apellido, (libre empresa y capitalismo). Lo que no tenían antes, era, ese abusivo y usurero impuesto.

Hace mucho no se de la pobre Santa, se que vive donde viven ellos, bajo el mismo sistema “socialista, comunista o castrista” de lo que si estoy seguro es que no vive como vivo yo, no me extraña, lo que sí es triste y me extraña, que tampoco vive como viven ellos.

LA REINA PIERDE SU CORONA.


by Miguel Grillo Morales on Wednesday, March 16, 2011 at 1:56pm
LA REINA PIERDE SU CORONA.
– “Vamos Grillo, quiero que conozcas la Reina”. Me dijo, en la primavera de 1995 mi inolvidable amigo Mario Díaz Brache. Y me la presento. Ubicada en la Avenida de la Confluencia, en la pintoresca ciudad de Jarabacoa, República Dominicana. La Reina consistía en una panadería y repostería donde eran elaborados por sus propietarios fundadores, un matrimonio cubano, excelentes dulces y las más deliciosas galletas cubanas de toda la región. La mayor parte de los clientes consistía en residentes de la capital, que escapaban a pasar los fines de semana, cerca del cielo, en la tranquilidad de la montaña, en una ciudad paradisiaca.

 Desde mi primera visita, advertí el potencial de aquel producto, su calidad y estudie la posibilidad de crear una distribución a nivel nacional, más allá de las estrechas fronteras establecidas por la imposibilidad y el cansancio de sus dueños originales. Unos años después sus fundadores, un matrimonio mayor, me comentaron su interés en vender y retirarse a Puerto Rico. Firmamos el contrato de compra venta. Mi primo Pepe Grillo se ocupo de renovar y administrar el negocio. La mayoría de los grandes supermercados nacionales acogieron a través de una campaña publicitaria el producto. Las ventas aumentaron un 400% y fue necesario automatizar el sistema manual y arcaico de producción, así como crear una red de distribuidores. Por varios años La Reina ocupo su trono y mostro reluciente y altanera su corona. Para facilitar la distribución, se llevo a cabo un estudio para abrir una fábrica en una ciudad más accesible, La Vega. En medio de aquel estudio, en el 2003 recibí una oferta de compra. La coyuntura de mi interés en alejarme un poco de los negocios, para disfrutar la vida y la de mi primo Pepe Grillo atender su familia, me hicieron tomar la determinación de vender.

Mi amigo John Márquez, su nuevo propietario, administro el negocio hasta hace exactamente siete meses. Cuando decidió mudarse a Estados Unidos para que sus hijos estudiaran. En manos de los familiares de su esposa, “talentosos” empresarios. La Reina no resistió seis meses y adjudico su corona. Ya me habían comentado que aquel otrora prospero lugar se convirtió en los últimos tiempos en un antro cervecero. No suelo mirar atrás, especialmente en los negocios. Pero no he podido evitar un embate de añoranza y romanticismo. Al conocer el triste final de una elegante Reina. Donde laboraron, a modo de aprendizaje mis entonces adolecentes hijos Alex y Michael. Que brindo sustento a muchas familias. Y de la que hoy, solo queda una triste y harapienta mendiga.

Monday, November 14, 2011

Acto de repudio.

Miguel Grillo Morales on Thursday, January 13, 2011 at 6:30pm

A Lázaro. Porque la barbarie jamas tendrá justificación.

No entendió, no entendía, solo sintió miedo, mucho miedo. Miro a sus padres y solo vio en sus rostros miedo, mucho miedo. Afuera, una muchedumbre enfurecida rujia y embestía las ventanas y la puerta. Toda la casa se estremecía a punto de desplomarse. El ruido era ensordecedor. Oyo los gritos de: “Pin pon fuera, que se valla la gusanera” Corrió a refugiarse en los brazos de su Madre, pero no se sintió seguro. Su Padre se levanto de la mesa para ir hasta la puerta, justo en el momento que esta cedió ante el empuje de la turba. Entro uno, entraron dos, entraron todos. Vio a su Padre caer de espalda, embarrado en una sustancia oscura, mientras se le abalanzaban encima. Sintió un fuerte empujón y se vio junto a su madre bajo la meseta de la cocina, ella lo empujo hasta allí, hasta la esquina del estrecho y oscuro rincón mientras le hacia señas para que no hablara, para que no llorara. Entre los tubos de desagüe y los calderos no había espacio para dos. Vio, sintió, cuando su Madre era arrastrada por los pies, después por el cabello, hacia afuera, dando gritos, mientras gesticulaba para que el se quedara callado. Cerró los ojos. Se pego a la fría pared de concreto. Sintió el calor del orine correr por su entrepierna. Pensó que se le explotaban la cabeza y el pecho. Escucho los gritos de su Madre apagarse en la distancia ahogados por la gritería y las risas de la gente. No recuerda que paso después. No recuerda quien lo saco de allí. No entendió, no entendía. Solo recuerda y sabe, que en la Cuba de su infancia, en la Cuba de Fidel Castro, fue victima de un acto de repudio.

Es bueno aprender

Es bueno aprender

Miguel Grillo Morales on Sunday, January 9, 2011 at 8:23am


La Real Academia del Idioma Español nos informa PARA QUE APRENDAMOS UN POQUITO MÁS... Un puntito de educación en el amplísimo campo de la rica gramática de la lengua española.

El sufijo EZ al final de los apellidos hispanos proviene de una raíz hebrea sefardí y tiene la connotación de hijo de... Es así como apellidos considerados muy castizamente españoles como Álvarez, significa hijo de Álvaro; Rodríguez, hijo de Rodrigo; González, hijo de Gonzalo; Martínez, hijo de Martín; Hernández, hijo de Hernando. Sólo existe una excepción gramatical a esta regla y es Chávez, que es hijo de Puta, ya que de ninguna manera podría ser hijo del Chavo.

A Rodolfo Vidal

 Miguel Grillo Morales on Tuesday, January 4, 2011 at 7:03pm

Cuando abrí los ojos al mundo en el Central Mercedes, ya Rodolfo Vidal estaba allí. Su esposa, doctora en pedagogía, fue, primero maestra y después directora de la primaria en nuestro Ingenio. Carmita la maestra, así la llamábamos todos, se gano el respeto de negros y blancos con una autoridad de mariscal de campo y una regla de la cual yo, ni nadie, pudo nunca predecir su alcance, dureza ni rapidez. Rodolfito se gano la estima de todos, con una sonrisa sincera y su amistad franca. Tornero de oficio, asistía diariamente al trabajo en los talleres del Ingenio elegantemente vestido y se cambiaba una vez estando allí a su habitual ropa de trabajo.

Sus hijas, Alicia y Ana formaban parte de aquella sociedad naciente, que en los bateyes de los ingenios cubanos más que amistad era una complicidad familiar. Su hijo Rodolfo, de mi edad, a quien apodábamos “Tinguaro” formaba parte de mi grupo de amigos.

Cuando la brutal garra de la dictadura castrista se abalanzó sobre el presente poniendo en peligro el futuro, cuando el castrismo y el marabú amenazaron con tragarse lo logrado por varias generaciones, Rodofito y Carmita, comenzaron los trámites para salir al exilio. No fue hasta 1970 que lograron su objetivo.

Los Vidal se asentaros en Belle Glade, FL, pueblo rural en las riveras de el lago Okeechobee. Rodeado como Mercedes de campos de caña y varios centrales azucareros, era lo más próximo al paraíso perdido. Rodolfito fundo un taller de mecánica, dándole servicio a la industria azucarera. Allí laboro hasta bien pasada su fecha de retiro. Allí empleo a todo aquel que llego de Mercedes, en ocasiones sin poder. Fueron muchos los que laboraron en su taller, hasta encontrar otro empleo. En mas de una ocasión pidió dinero prestado para cubrir nominas. Su vida y la de Carmita considerablemente austera. Nunca dijo que no, siempre la franca sonrisa, siempre el apretón de manos. Siempre el cheque de cobro para sus empleados los viernes. En una ocasión, llego a casa con una familia entera, que había perdido todo al incendiarse su hogar, los alojo por dos meses hasta que se recuperaron.

Ese fue el Rodolfo Vidal que yo conocí. Ese fue el que se gano mi respeto y mi más sincera estima. Este 2010 que nos deja crisis económicas y conflictos varios, quiso dejarnos algo más, la triste noticia de la muerte de un buen amigo y escogió a Rodofito y a su ultimo día para ello, el 31. Se que vivió una larga vida. El próximo 17 de Enero cumpliría 87 años. Se que desgastado de salud, finalmente descansa en paz. Pero se también, que lo voy a extrañar. Quiero que este sencillo y sincero tributo llegue a sus hijos y nietos para que sepan que un buen legado es la mejor fortuna que puede un Padre dejar a su prole. Y ese legado nos llego a todos los que le conocimos y disfrutamos su amistad, su sincera sonrisa, y su mano franca.
Descanse en paz Rodolfo Vidal.

Jarabe de Cebolleta.


Miguel Grillo Morales on Tuesday, January 4, 2011 at 1:38pm
     
A los Grillos, la responsabilidad y el trabajo nos era impuesta por nuestros padres desde muy temprano. Fue así, que comencé en unión de mis primos a hacer mis primeras labores, en la finca Esperanza y Sumidero, localizada en las cercanías del Central Mercedes, Matanzas, Cuba.
Entre otras tareas, se nos asignaba la recolección de las hojas verdes de la caña de azúcar, (cohollo) dejadas en el campo por los macheteros, usadas para alimentar todo tipo de ganado. Recoger, despajar y desgranar maíz, guataquear siembras, limpiar corrales de cerdos, cuidar vacas lecheras y caballos, eran algunas de las innumerables responsabilidades a nuestro cargo.
Aquellas tareas eran más llevaderas cuando eran realizadas en compañía de algún primo. Mi primo Oscarito y yo, nos buscábamos mutuamente, para hacernos compañía, mientras laborábamos. Confieso que en mi caso, por ser más pequeño, la mayor carga de trabajo la realizaba Oscar, siendo yo un simple acompañante, para charlar, o compinche de fechorías, que se nos ocurrían con alarmante frecuencia.
Fue así como una tarde de verano, en una limpieza del jardín de Quiro y Victoria, padres de Oscar, en la casa del algarrobo. Se le ocurrió a mi querido primo, investigar las cualidades medicinales de unas plantas que crecían con vertiginosa velocidad, en aquella fértil tierra colorada.
Las llamábamos Cebolleta, pues tenían el aspecto de una planta de cebolla, su raíz consistía en un bulbo morado y jugoso, el cual según Julio Pino, (apodo dado a Oscar), debían tener gran contenido de proteína, así como grandes facultades medicinales. Aquella aseveración, encendió nuestro instinto investigativo. Montamos una especie de laboratorio clandestino, lejos de la casa, debajo de una hilera de frondosas matas de aguacate, que quedaban a la izquierda del camino hacia el pozo, justo detrás de la fosa. Una lata, maderas y alcohol, sacado a hurtadillas de la cocina de Victoria, fue lo que necesitamos para hacer una fogata y hervir una cantidad considerable de aquellos bulbos. Logramos un menjurje viscoso, de color violáceo.
Mientras realizábamos estas labores, nos era casi imposible mantener fuera del perímetro del improvisado laboratorio a Sonia y Zaida las dos hijas pequeñas de Rogelio Corredera, un primo mayor a quien llamábamos, “galopito”, por su costumbre de cabalgar siempre al galope, hasta dejar sus bestias exhaustas y bañadas en sudor. La otra notable cualidad que recuerdo de Rogelio es que era gago.
Así que una vez terminado el experimental procedimiento se les acredito permiso a las niñas para visitar el laboratorio, con el estricto requerimiento, que tenían que probar aquel producto milagroso. Sonia una regordeta a la cual llamábamos cariñosamente, "barril de manteca" quizás por ser la mayor y mas consiente, probo con cuidado y de mala gana, el cocido y lo encontró muy amargo.
Aprovechando un descuido de Victoria, me toco a mi, sacar de la cocina, una cantidad de azúcar considerable, con la que endulzamos aquel “cocimiento”, hasta hacerlo tragable. Zaida una flaquita raquítica, mas pequeña y resuelta, bebió una cantidad considerable de aquello, exhortada por aquellos primos locos devenidos en instantáneos químicos investigativos.
Nosotros, la observábamos con detenimiento y yo apuntaba por instrucciones del director y jefe investigativo, en una libreta, todos sus movimientos, y su estado de salud. Las anotaciones revelaban, con lujo de detalles, todos sus síntomas, empezando con leves dolores de vientre que se fueron agudizando pasada la primera media hora. Las anotaciones cesaron cuando nos percatamos que la niña no salía del baño, aquejada por unas diarreas, solo comparables con las que sufrió Rita Pereira muchos años antes, cuando padeció el temible tifus. Estuvo tres días cagando.
Jamás vi a Rogelio tan gago. Por un momento temí que no volvería a hablar jamás. Las venas del cuello, casi se le explotan, mientras le exigía a mi Tío Quiro que nos diera a Oscar y a mi, un fuerte y merecido castigo para que pusiéramos fin de una vez y por todas, a lo que el, consideraba un grave peligro para su familia.
Claro, la sangre no llego al rió, en gran parte nos salvo que la victima expulso, al tercer día, una gigantesca lombriz solitaria, que desbordo un tibor de peltre blanco. El alma me vino al cuerpo, cuando una semana después vi, a nuestra paciente, ojerosa y descolorida, beber a sorbitos un caldo de pollo hecho por Victoria. Aunque muy pocas, aumento algunas libras. Aquel restablecimiento le dio a mi primo Julio Pino la convicción y la seguridad de que la cebolleta era el mejor descubrimiento desde la penicilina y que aquello nos haría famosos y millonarios. Los experimentos cesaron por un tiempo.
Hasta un buen día, en que Gilberto Crespo “Pupu”, el entonces marido de nuestra prima Cira se le ocurrió la brillante idea de aparecerse en casa, aquejado de un fuerte e insoportable dolor de oído.
JP lo condujo al “consultorio”. Yo aproveche un descuido, para salir despavorido, por la puerta trasera, en busca de mi bicicleta, para poner prudente distancia entre mi persona y los hechos próximos a ocurrir allí. Pero alcance a oír a un seguro y resuelto, Dr. Grillo, comentarle a su paciente los maravillosos resultados y la casi milagrosa virtud de las gotas de cocimiento de cebolleta.
Décadas mas tarde, pude comprobar, como aun Pupu ladea la cabeza cuando conversa. No dudo de que aquella tarde desapareciera su insoportable dolor de oídos. Pero también desapareció gran parte de su capacidad auditiva.

Navidad en el recuerdo.

By Miguel Grillo Morales on Thursday, December 23, 2010 at 12:30pm
A Horacio Grillo Ravelo.
Buen Socio.
No se cuanto tiempo hace que no te asomas a esta ventana, ni cuanto tiempo pasara antes de que lo hagas. Pero no puedo dejar de escribirte en ocasión de estas fechas.
Recuerdo hace ya muchos Diciembres cuando durante estos días, aquella familia de Grillos se reunía para celebrar Navidad en la vieja casa de los abuelos, en la finca Esperanza y Sumidero. En los días previos (como hoy) matar un lechón y prepararlo para asarlo el 24, era todo un acontecimiento y un derroche de alegría y complicidad.
Recuerdo las caserías de guineos para regalar un par a cada empleado. Mi Madre preparando y confeccionando buñuelos en almíbar. Las tías en aquellos encarnizados juegos de lotería o bingo, desde donde nos llegaba como un oleaje, las carcajadas y las risas provocadas por bromas y travesuras durante el juego. El aroma a lechón asado se mezclaba con el dulce olor de la molienda del majestuoso Central Mercedes, sus dos torres blancas erguidas en el horizonte y su pito anunciando el cambio de turno se me antojaba un estremecedor rugir.
Nuestros padres jugaban domino, la hermandad y respeto se mantenía, aunque el juego tomara seriedad de suicidas. Pronto aprendí que podía observar los acontecimientos del juego, en silencio, pero virar una de las fichas que quedaban sobrantes en la esquina de la mesa, era poner en riesgo mi salud dental. Tío Pipe fumaba puros (El Coloso) y adornaba el final de una conversación con aquella frase suya en ingles “allright”. Los primos jóvenes conversaban y disfrutaban las actividades y se daban un traguito de ron sacado a hurtadillas de la despensa.
Yo el más pequeño, intentaba hacerme hombre entre ustedes, hoy agradezco por cuanto me ayudaron en el empeño. Creo que nadie se detuvo a pensar lo feliz que éramos, mucho menos a prevenir tormentas.
Con la certeza de aquellos días son irrepetibles trato de mantener viva la tradición, pues suficiente nos robaron ya. En otra latitud, en otra tierra, en otro clima, terco como un mulo, asare un lechón, reuniré a los herederos míos y de aquellos días, alrededor de la mesa y brindare, por lo que fuimos, por lo que somos y por lo que seremos. Si a cincuenta años de esta Navidad, alguno de mis descendientes recuerda esta fecha, con el amor y el orgullo que hoy yo recuerdo aquellas, algo positivo habré logrado. Tengo una magnifica e inolvidable hoja de ruta, se la debo a aquellos monumentos de hombres que si bien hoy ya no están, nos la dejaron sembrada es nuestras almas y nuestros corazones con la imborrable tinta del ADN.
Un fuerte abrazo y Feliz Navidad.

Oscar Grillo Ravelo

Oscar Grillo Ravelo
by Miguel Grillo Morales on Tuesday, November 16, 2010 at 9:10am
Amigos míos.
Este viernes día 19 llegara desde Cuba, si DIOS, un avión charter y las autoridades de inmigración de ambas riveras lo permiten, mí más destacado compinche de fechorías juveniles, mi primo Oscar Grillo Ravelo (Julio Pino). Me saltare las restricciones impuestas por mi doctor y beberé, por primera vez en largos meses, un Buchanan’s con hielo (quizás dos) festejando el tan esperado reencuentro. Es mucho lo que tenemos que hablar, yo con mis 54 Agostos, el con sus 61 Septiembres. Muchos años, muchas décadas, han pasado desde que corríamos como dos locos, en la finca Esperanza y Sumidero, aferrados a nuestros instintos, más que a las crines de las cabalgaduras de turno. Le debo, entre otras cosas, la primera descripción y el grabado (en el cabo de una guataca) de un órgano sexual femenino, desde entonces, comprendí que mi gusto predilección no seria jamás por las guatacas. No me culpen si casi plagio a Miguel Hernández.
A la palma real y al potrero
Al bohío de guano te reclamo
Que tenemos que hablar de muchas cosas
Mi primo del alma, buen hermano.

NOTA DE DOLOR (Así comienzan los obituarios)

Miguel Grillo Morales on Sunday, September 19, 2010 at 10:12am
Ayer asistimos Mocho y yo, al tan esperado concierto de Marc Anthony. Confieso que me gusta la música de ese flaco puertorriqueño, especialmente la contenida en su última entrega Iconos. Dios lo favoreció con gran voz, talento y se olvido de todo lo demás. Lograr parqueo fue una odisea, mucho mas difícil que conseguir las entradas, dejamos el auto justo al lado del Arena en una zona prohibida, sobre una franja de cuidado césped, debajo de una hilera de frondosas palmas, expuesto a que una yagua le destrozara los cristales o aun peor, que una grúa cargara con el.
Los asientos estaban magníficamente localizados y excesivamente cobrados. Confieso que me siento incomodo rodeado de tantas “luminarias”, pero Gloria, Emilio, Lily son gente muy chévere. Mocho me señalo a un tipo coco rapado y me dijo: - “Ese es Pitbull” vi al coco rapado, pero al perro no lo vi por ningún lado. Creo que ni cuatro perros Pitbull no son suficientes para defender la dama que lo acompañaba de la mirada de los varones presentes (me included).
El concierto fue un derroche de energía y talento de una artista de potente voz, que logra alargar y mantener notas hasta llegar al borde de un desmayo, sacando aire no se de donde. Mocho disfruto mucho y yo muy contento por ella. Milagrosamente, el auto no fue victima de una yagua ni de una grúa. La única victima fui yo, que si bien estaba justo detrás de ella no pude ver lo que quería ver, pues Jeniffer se paso toda la noche sentada.
Miguel Grillo Morales

Carta a Silvio Rodriguez




 By Miguel Grillo Morales on Monday, September 6, 2010 at 8:18pm

Sr. Silvio Rodiguez (Segunda Cita)

Crecí en Cuba, en la década del sesenta, escuchando y admirando sus canciones. En aquella lejana época, se me, o se nos, antojaba parte de su repertorio algo contestatario. Huérfanos ya de libertades buscábamos (quizás equivocadamente) en las letras de sus canciones alguna referencia antigubernamental. Un ejemplo de ello, su canción Ojala. Aquel “ojala pase algo que te borre de pronto una luz cegadora, un disparo de nieve, ojala por lo menos que te lleve la muerte” seguido de “para no verte tanto, para no verte siempre” nos intuía que había sido inspirada en el “máximo líder” y en su gobierno. El cual, utilizando mil pretextos, cernía su garra dictatorial sobre la nación.

Después vinieron las alabanzas, las complicidades y los privilegios que todos conocemos. Recientemente, seguí con atención su debate (para llamarlo de algún modo) con Carlos Alberto Montaner. También sus recientes actuaciones en Estados Unidos, donde mezclo arte y política abogando por la liberación de los cinco.

Siempre trate de darle el beneficio de la duda. En el blog Cubadebate, usted publica el 29 de Agosto 2010, un articulo: “Tres mil, bombas atómicas y bloqueo”. En el, hace una comparación entre el subscriptor numero tres mil que logra el blog y su canción Tres mil pájaros, en referencia a los primeros tres mil aviones de Estados Unidos derribados en la guerra de Viet Nam. Califica el lanzamiento de las bombas atómicas en Japón como “una de las mayores vergüenzas de la Historia” y termina señalando la crueldad del embargo.

Los comentario de los lectores, son todos favorables. La unanimidad en la prensa cubana es pandémica. Solo uno, que pregunta en una escueta nota. Si el trovador sabe lo que sucedió en Pearl Harbor. Yo pregunto mas, claro mis comentarios no son publicados en aquel blog (no me extraña) Pregunto por ejemplo: ¿Porque no una canción, si de aviones se trata, sobre las avionetas de Hermanos al Rescate, avionetas desarmadas, derribadas por Mig de combate cubanos sobre aguas internacionales?

¿No sabe usted Silvio que su comandante exhorto en la década del sesenta a Nikita Kruschev a lanzar un sorpresivo ataque atómico sobre Estados Unidos? ¿Porque no comenzamos por eliminar el vergonzoso bloqueo interno, que prohíbe al ciudadano cubano comercial libremente entre si, para pedir después a los de afuera que hagan lo mismo?
Creo que tiene usted todo el derecho a pensar así, como lo tengo yo de pensar diferente. Lo que es lamentable es que nuestros compatriotas dentro de la Isla, no tengan la oportunidad de discrepar libremente de usted. Creo además que tiene todo el derecho a formar parte de una sociedad futura, libre y democrática y espero tenerlo yo también.
Pero hace mucho le suspendí el beneficio de la duda. A usted, se le perdió un unicornio azul, encontró uno rojo, rojito, lo ha cuidado con pasión de nodriza, lo ha visto crecer y convertirse en un asesino y aun lo sigue apoyando. Algunos aún creen que no sabe lo que hace. Yo, discrepo. Silvio, usted si sabe lo que hace. Pero ya no le queda otra alternativa que seguir haciéndolo, al menos, hasta que se acabe ese maldito gobierno de difuntos y flores.



Marcelino y el tractor

by Miguel Grillo Morales on Tuesday, August 31, 2010 at 4:00pm
El periódico Granma publica un articulo quejándose de que los campesinos cubanos están renuentes al uso de bueyes en las labores del campo.
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Cuando abrí los ojos al mundo, en la finca Esperanza y Sumidero propiedad de los hermanos Grillo, en el Central Mercedes, llanura de Colon, Matanzas. Ya Marcelino conducía un Fordson Mayor de petróleo hacia y desde el central en el tiro de caña de azúcar. Los bueyes eran cosa del pasado, aunque otros que no tenían los medios aun los utilizaban. En el lapso de tiempo que un carretero con bueyes a paso lento daba un viaje con una carreta, al central, aquel Ford azul daba dos, con tres carretas. Cuando aquella cuidada finca fue “intervenida” por el INRA para hacer de Cuba un paraíso del proletariado, algo afecto aquel laborioso tractor, pues en apenas seis meses, sin el cuidado de Marcelino, termino como chatarra abandonada. Nuevos y relucientes MTZ soviéticos, irrumpieron en aquel entorno, como espantados de aquel clima tan distinto. Los nuevos tractoristas cubanos, indolentes asalariados del estado, se encargaron de que duraran lo que un merengue en la puerta de un colegio. Si algún crédito es necesario darle al comandante es el de inventar la maquina del tiempo. A llevado a la nación cubana a la edad de piedra y me temo que el viaje regresivo continua. Me imagino a Marcelino, en esta nueva etapa señalada por Granma, aguijoneando a la yunta de pie, profiriendo alguna blasfemia y arreándolos con un significativo: !!Comandanteeee…. Bandolerooooo !!

Miguel Grillo Morales
La Vega, RD

A Gregory

by Miguel Grillo Morales on Friday, April 23, 2010 at 7:29pm
Hijo, te vi partir esta mañana, manejando hacia tu escuela, solo por primera vez y muy a pesar de la confianza que te tengo, algo de mi se fue contigo. No se cuantos jóvenes de 16 años manejan un camión doble rueda Dodge Ram 3500 por primera vez a su colegio, creo que no muchos... Pero yo te creo (por ser tu Padre) diferente. En muchas ocasiones lo manejas, con un trailer de 24 pies lleno de ganado y lo haces mejor que yo. No puedo ocultar un orgullo que me llena el alma. Pero al verte partir solo esta mañana, le pedí a ese SEÑOR que tú sabes que te proteja. No lo sabes, como no lo saben Alex, Michael y Caroline, la preocupación que un Padre siempre tiene por sus hijos. No importa si tienes 28 o 15 años, siempre nos preocupamos. Confío en ti, como confíe en tus hermanos mayores, pero mas que nada confío en que el te protegerá hoy mañana y siempre. Hoy más que nunca un poema me late en la mente....
UN HIJO ES COMO UNA LUZ
QUE BRILLA AL FIN DEL CAMINO
UN HIJO ES UNA PREGUNTA
QUE LE HACEMOS AL DESTINO
Que DIOS, la cordura, la razón, la fe, la justicia y la suerte te acompañen siempre.
Tu Padre
Miguel Grillo Morales

A la memoria de Antonio.

A LA MEMORIA DE ANTONIO

by Miguel Grillo Morales on Wednesday, February 17, 2010 at 7:41pm
A LA MEMORIA DE ANTONIO

Lo conocí en casa de Victoria y Chemi Robiou, hace casi una década. Maestro de música en su ciudad natal La Vega, tocaba la guitarra y cantaba amenizando fiestas de todo tipo. Con su guitarra, potente voz y su memoria prodigiosa, se convirtió en un asiduo participante de las tertulias en la terraza de Victoria, con motivo de mis regulares y acostumbradas visitas a Republica Dominicana. Casita de campo, Magia, Luna sobre el Jaragua y otros muchos boleros de manufactura dominicana aprendí o escuche interpretados por él por primera vez. Pero lo que más me sorprendió, fue su dominio de los boleros creados por compositores cubanos como José Antonio Méndez, Cesar Portillo de la Luz, Sindo Garay, Benny More y muchos otros. Su repertorio era vasto y si no se sabía la letra de alguna canción se la aprendía para mi próxima visita. Muchas fueron las noches en que llagaba en su moto con su guitarra a cuestas y entre copas y canciones, nos acompañaba hasta bien entrada la madrugada.

La vida es un cúmulo de momentos, de esos que se escapan y no vuelven jamás. Sólo nos va quedando el recuerdo agradecido de haberlos disfrutado, de haberlos vivido. Un evento inesperado puede cambiar el curso de las cosas, una mala noticia puede hacer que lo que tenemos por seguro deje de serlo.

La mala nueva me llego esta tarde, Chemi me llamo para decirme: - “Tengo que darle el pésame, su amigo Antonio murió hoy”. Pensé en su familia que vivía de su arte, en una modesta casita. Pensé bolero vestido de luto, que no saldrá a enamorar en la calida noche de La Vega. Pensé en su huérfana guitarra, que muda en algún rincón no comprenderá el repentino silencio. Y pensé en el profundo agradecimiento que me produce el haberle conocido y en hacerle este pequeno tributo.

Gracias Maestro, descanse usted en paz.

Mike Grillo
Miramar, FL
Febrero 17 del 2010