Friday, December 28, 2012

¿El último mambí?

Humberto Medrano siempre me recordó a un mambí. Más que su bigote alargado fue su actitud firme y el respeto que producía su presencia lo que resemblaba aquellos antiguos guerreros cubanos. Hombre justo amante de la libre expresión y la libertad de prensa no tardo en chocar con las actitudes represoras del sistema impuesto por Fidel Castro en Cuba.
Director del periódico Prensa Libre. Sus artículos incomodaron al naciente tirano quien utilizo todo su poder para aplastar al valiente periodista y libre pensador. El 14 de mayo de 1960, Medrano alzó su pluma contra aquella caterva que en un acto simbólico enterró el Diario de La Marina en la Habana. Titulo su artículo “Los enterradores” Humberto escribió sobre aquellos cubanos embriagados por el poder y la festividad del triunfo, como los enterradores de sus propios futuros y el de la nación cubana, “Se enterró simbólicamente la libertad para pensar y decir lo que se piensa", dijo en su artículo. “Cómo se va cerrando el cerco” advirtió mas tarde.  ¡Cuánta razón tuvo Humberto!
Sus enfrentamientos con el naciente déspota no fueron solo en papel, rodeado de un grupo de guardaespaldas Fidel se personó en las oficinas de Prensa Libre y le indico a Humberto su capricho de de utilizar aquel edificio para cede del Ministerio de Comunicaciones. Ante la negativa del periodista, Fidel le sentencio: “No le falles a la revolución Humberto” A lo que Medrano contesto: “No le falle usted a Cuba”.         
El 16 de Mayo de ese mismo año, Fidel Castro ordenó un acto de repudio contra el periodista. La sede del diario Prensa Libre fue rodeada por la turba amenazante. Medrano se exilio en la embajada de Panamá y logro salir al exilio. Detrás, dejo a Cuba “en manos de un gánster”.
Su labor en favor de restaurar la democracia en Cuba jamás cesó. En 1984 el presidente Ronald Reagan lo nombro director de Radio Martí.
La madrugada del 24 de diciembre en la ciudad de Coral Gables, Humberto Medrano murió mientras dormía, tenía 96 años.
El 14 de Mayo de 1960 aquellos pobres cubanos sin saberlo enterraron algo más que un diario, enterraron su futuro, su libertad y su destino. Temo que este 27 de diciembre de 2012 en el Cementerio Flagler Memorial hemos enterrado mucho más que un simple hombre, hemos enterrado parte de la libre expresión, la prensa libre, y quizás al último mambí.
Descansa en paz Humberto.       

Saturday, December 8, 2012

Yo sé de un lugar que tiene.


Lo aprendí en Madrid, cuando siendo un chaval trabajaba en gastronomía. Decir: “Ese sitio tiene ángel” era referirse a un Bar, Restaurante,  o Nightclub de larga y probada preferencia del público. A lo largo de los años he sido testigo de la aparición de suntuosos y elegantes,establecimientos  de entretenimiento nocturno, que a la larga han cerrado sus puertas por falta de ese “ángel”. Fríos, apáticos no los ha salvado ni la presencia en sus escenarios de grandes estrellas.

Hace años Rebeca y yo visitamos ese lugarcito en la ocho y la veintidós del south west llamado Hoy Como Ayer.  Anoche actuaba Amaury Gutiérrez un artista cubano de extensa trayectoria y gran talento. Como andamos con motivos para celebrar, allá nos fuimos. Y sucedieron esas cosas que solo suceden en Hoy Como Ayer. Amaury, un compositor he interprete poseedor de una voz maravillosa nos regalo una noche inolvidable. Ganador de un Grammy, la fama no ha empañado el alma ni el corazón de este gran cubano. Invito a subir al escenario, uno a uno, a un grupo de artistas allí presentes y compartió su noche con ellos.  

Pudimos disfrutar de la actuación de Aymee Nuviola. Esa bella mulata habanera, a la cual Dios le regalo el don de una gran voz y una capacidad para la improvisación inigualable. Luis Enrique canto y toco la guitarra, hizo dúo con Amaury demostró su talento en la percusión, es un artista nicaragüense de estilo propio al cual además de el triunfo internacional tenemos que sumarle algo de cubanización. Amaury presento a Kelvis Ochoa y su actuación cautivo al público. Acompañado de su guitarra el talentoso trobador nos regalo números de su autoría. Fue en la letra de una de sus canciones donde encontré la justa referencia para este artículo.

Yo sé de un lugar que tiene,
ríos intensos en su interior,
Se deja ver y no teme
decir te quiero decir amor.

Gracias  Amaury, Aymee, Luis Enrique y Kelvis por regalarnos una noche de maravillosa descarga. Gracias a Fabio y Eduardo por su esfuerzo en presentar magnificas figuras. Gracias a los que laboran y le dan ese toque tan especial al Hoy.

Y si amigos, nosotros también sabemos de ese lugar que tiene ríos intensos en su interior, se deja ver y no teme decir te quiero decir amor. Se llama Hoy Como Ayer,  y tiene algo mas, algo muy impórtate, tiene ángel.

Thursday, December 6, 2012

MARIAH.


Lo primero que vi fueron las dos cintas. Una atada al puñito otra al diminuto tobillo. A ambas le sobraban varias pulgadas en los extremos, como si hubiesen sido confeccionadas para rodear un puño y un tobillo cuatro veces más grande. Rosadita, desnudita, solo le cubría la cabeza un simple gorrito confeccionado de gaza. Hice un rápido inventario: Dos bracitos, dos piernitas, veinte deditos, dos pequeñitas orejitas, una naricita, dos ojos almendrados que me miraban sin verme y algo dentro de mí se  estremeció.

Al fin llegaste María con H al final, (Mariah). Hace nueve meses entre preparativos, angustias y celebraciones te esperábamos. No esperaste el día programado por la ciencia, nos ahorraste 23 días de angustiosa espera. Mucho me han hablado de lo que tu llegada significaría para mí, no hice mucho caso, pero la realidad supero la expectativa. Cuando me acerque a tu cuna cuando vi las dos largas cintas y en ellas leí: Mariah Alexandra Grillo extendí  la mano y con la punta del dedo te acaricie tu diminuto antebrazo. Ambos nos extremísimos. Tú, por la experiencia de un contacto nuevo, llevas nueve meses flotando en líquido amniótico. Yo, porque sentí el calor leve de tu cunita climatizada, y sentí el otro, el calor intenso de acariciar a mi nieta por primera vez.

Mariah, ahora eres solo un cuerpecito de apenas seis libras y 18 pulgadas, rodeado del amor y los buenos deseos de familiares y amistades. Aun no lo sabes, pero tu llegada nos ha colmado de felicidad. Ver a tus padres, Tara y Alejandro, hijos y nietos ayer, convertidos en padres hoy, es de algún modo asistir en primera fila a esa magnífica puesta en escena llamada vida.

Ayer regrese a casa del Hospital con un sentimiento nuevo. Abrace a Mocho y casi al unisonó nos dijimos – Felicidades Abuela (o). Luego me acerqué a mi virgen de La Caridad del Cobre y en un ritual exclusivo y reservado encendí una vela y  le pedí solamente mucha salud para ti. Solo eso pedí, porque solo eso necesitas, todo lo demás te lo darán estas familias que han sido unidas por el maravilloso milagro de tu nacimiento. ¡Que Dios te bendiga mi nieta!
 

Sunday, December 2, 2012

De fiesta con los Campos.


 
Cada fiesta, cada tertulia en casa de nuestros amigos Sara y Bernardo Campos, suele ser una experiencia inolvidable. Siempre al tanto del más mínimo detalle, los Campos son anfitriones insuperables. Un piano, una guitarra suele acompañar una descarga intima donde los boleros inundan el ambiente y crean una atmósfera especial.
Anoche asistimos a la celebración de una fiesta por razones múltiples: Christmas, y los quince años de Bernardo. No es que nuestro amigo tenga solamente quince años, no. Bernardo ha cumplido quince, al menos un par de veces, quizás tres, no mas (esto asegura la invitación a la próxima fiesta). Hace quince años nuestro amigo fue sometido a una operación de corazón abierto y fue para el cómo volver a nacer, volver a vivir. Hombre agradecido, quiso compartir con amigos y amistades ese divino regalo.
El patio estaba repleto de asistentes, la iluminación lo hacía acogedor y le daba un toque de intimidad. Bar abierto bajo un bohío de guano y una terraza con cuatro mesas repletas de aperitivos y platos calientes exquisitamente elaborados. La música de un DJ mantenía a las parejas bailando y un escenario lleno de instrumentos musicales nos advertía que allí iba a pasar algo más, algo grande.

Y así fue. Pasadas las once de la noche los músicos fueron tomando sus posiciones y una vez listos, llegaron Los Tres de La Habana. Ana María, Germán y Ary no son el trió tradicional cubano. Una fusión de varios ritmos entre ellos: Jazz, Reggae y claro nuestro Son cubano le dan un sonido fresco, único y distinto. Un público cautivo, bailo y coreo las canciones.
Yo no quiero que te quedes
Yo no quiero que te vayas
Quiero que te controles
Y no te pases de la raya….    


En un momento de la actuación Ana María pidió a Bernardo que subiera al escenario y dijera unas palabras. Campos rodeado por su familia habló.  Con palabras quebradas por la emoción agradeció a los presentes y a los ausentes,  agradeció a Dios y a su hijo Jesús por esos quince años de salud y plena dicha. Todos, emocionados lo acompañamos en sus peticiones.

La fiesta prosiguió hasta pasada la media noche. Los Tres de La Habana sellaron la actuación con un público de pie y plenamente satisfecho.  A las dos de la madrugada un exquisito caldo gallego logró revivir algunos muertos, yo entre ellos.  

Cuando ya  nos despedíamos dentro de la casa, cuando ya creíamos que no se le podía pedir más a la noche, guitarra en mano Oscar de Fontana me hiso señas para que lo siguiera. Tome a Rebeca de la mano y entramos en el family room. Allí, en compañía de su esposa y otros dos matrimonios,  Oscar dueño de una magnifica y melodiosa voz, toco la guitarra y canto boleros. El primero uno de mis favoritos: No me culpes a mí.

No me culpes a mí de tus fracasos
Que cada cual elije su destino con sus pasos
Hay que saber querer sin egoísmos
Y amar sin esperar que hagan lo mismo…..


Desde los años 70 soy admirador de este gran bolerista cubano. Fue un momento conmovedor y verdaderamente mágico. Tengo que agradecerle Maestro, su enorme gentileza para con nosotros anoche. Agradecer también a la autora de esa bella letra Lily Reyes, presente en la fiesta.

 Y claro, agradecerle a nuestros amigos Sara y Bernardo Campos por ese don de hospitalidad y excelencia que le dan a todo lo que hacen. Por su amistad, por brindarnos la oportunidad de disfrutar una noche llena de placer y emociones, una noche inigualable. Si, Dios tiene que bendecirlos, de hecho ya los ha venido bendiciendo y seguro estoy lo seguirá haciendo. Ustedes se lo merecen.

Thursday, November 29, 2012

De Dalí, ni un pelo.


 Yoko Ono, la viuda de John Lennon compro por 10,000 dólares un pelo del bigote de Salvador Dalí. Así dice la noticia aparecida en los principales diarios del mundo. En realidad la forma correcta de publicarla debía ser: Yoko Ono utilizó 10,000 dólares de John Lennon para comprar un pelo falso del bigote de Salvador Dalí. Si, porque de dos cosas estoy seguro, que la Ono no ha ganado jamás $10,000 dólares, y que el famoso pelo no era de Dalí.

El pintor catalán (catalán al fin) que no tenia un pelo de bobo, estafó a la Ono. No le dio gato por liebre, pero le dio paja por pelo. Ordeno poner en un bello cofre una pajita de sabe Dios que precedencia y se la envió a Yoko. Dalí decía ser inmortal y genial, esta noticia confirma ambas cosas. A veintitrés años de su desaparición física el pintor sigue estando vivo en las noticias, y sus ocurrencias siguen siendo geniales.

Por esta tomadura de pelo, propongo que Dalí sea nombrado oficialmente, inmortal y genial. Y a Yoko, por no haber logrado de Dalí ni un pelo, que le modifiquen el apellido. Podíamos digamos, cambiarle la primera letra por una A. No se a ustedes, pero a mi me suena mucho mas acertado Yoko Ano.

Thursday, November 15, 2012

El Colegio de las Monjas.







Las grandes obras suelen comenzar con un simple sueño. Un simple sueño, devenido en una gran obra puede impactar toda la sociedad. Rafael Matacena fue sin lugar a dudas un hombre soñador, y como todo soñador fue a su vez un visionario.

Fue precisamente durante su excelente gestión administrativa que el Central Mercedes, situado en la bella llanura de Colón, Matanzas, Cuba, vivió su mejor época, su época de gloria. Junto a su hermano Humberto, logro hacer realidad uno de sus tantos sueños: que el Central Mercedes tuviese una escuela católica. Provisto de una excelente escuela pública gratuita, muchas familias del Ingenio, deseaban que sus hijos se educaran dentro de la fe católica. Varias familias contribuyeron y la idea, el sueño tomo forma.

En la segunda mitad de la década del cuarenta, en el local que albergaba hasta entonces las oficinas de la compañía Atlántica del Golfo propietaria del Central Mercedes, se llevo a cabo una remodelación que incluyó entre otras cosas la construcción de una escalera exterior circular de metal con acceso al portal superior. En la carpinteria del Central se fabricaron las sillas, pupitres y demás mueble. Así nació el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes. En 1948 abrió sus puertas. El “Colegio de las Monjas”, así solíamos llamarlo, con cariño, para hacerlo más nuestro, mas intimo.

Consistía en una hermosa edificación de mampostería de dos niveles que sobresalía a las casas aledañas construidas en su mayoría de madera y techo de zinc. Su frente daba al parque central del Ingenio y mostraba dos amplios portales, uno en el nivel inferior y el otro en el superior, sostenidos ambos por cuatro enormes columnas de estilo griego, adornadas con basamento y capitel de diseño Jónico. Las columnas del portal inferior eran de superficie lisa, mientras las del superior (segundo piso) mostraban acanaladuras. Una baranda de concreto armado rodeaba el portal del piso superior.

De Canadá llegaron las monjas misioneras y comenzaron su obra. Allí se educaron cientos de jóvenes del Central y sus alrededores. Los grados abarcaban desde el kínder hasta el octavo. Por medio de becas otorgadas por la compañía propiedad del Ingenio tuvieron la oportunidad de estudiar allí, niños de menos recursos. Se impartían clases de violín, piano y guitarra así como de corte y costura. Se practicaban un gran número de deportes. El colegio fue un éxito total. Fue el primero de ese tipo en toda la región, y un ejemplo a seguir por varios pueblos de la comarca. Fue mi primer colegio, nacido en 1956 pude asistir a un solo curso.

En 1959, con 33 años de edad y 33,000 malas ideas en su cabeza, Fidel Castro se apodero del poder en Cuba. La fe y las enseñanzas católicas no tenían cabida bajo el adoctrinamiento y el odio impuesto por él desde el poder absoluto. El Colegio Nuestra Señora de las Mercedes fue una víctima más del totalitarismo. Fue clausurado y las monjas expulsadas de Cuba. Pero antes, recibieron hostigamiento y maltrato de parte de los represores.

 El desarraigo y la apatía de un pueblo víctima de un régimen impuesto por el miedo y cargado de odio, se encargo de corroer la sociedad y las instituciones en todos sus niveles. El paso de los años y el abandono han convertido a la nación cubana en un montón de escombros. El Colegio de las Monjas, es solo un ejemplo. Una foto reciente muestra su estado actual. Sin techo, abandonado, en sus portales y en sus paredes crece la mala yerba. Un toldo de franjas color naranja y blancas y dos columnas pintadas de un azul de mal gusto, demuestran otra fallida iniciativa reciente. Solo logran un macabro contraste con el moho de las paredes restantes.
 


A los que lo conocimos en sus días de gloria, la frialdad de sus hoy desnudas paredes, bañadas por el roció de todas las noches, nos congela el corazón y el alma. Nada queda, solo el atesorado recuerdo de tantas caritas felices y sonrientes, niños vestidos con elegantes y pulcros uniformes azules y blancos. Queda la estructura exterior, que terca, desafiante y acusadora se resiste a sucumbir ante la desidia. A pocos metros de distancia, del coloso que fue el Central Mercedes, solo quedan en pie las dos torres. Como las ruinas Mayas o Incas, nuestras ruinas también demuestras que existió una hermosa, organizada, laboriosa y pujante sociedad civil.

Los hermanos Castro exaltando bajas pasiones, como lo son el odio y la envidia, convirtieron el hermoso sueño de los hermanos Matacena en una horrible pesadilla. Demostraron, a un costo incalculable para la Nación cubana que: No es posible cosechar rosas blancas, cuando cardos y ortigas se cultivan.

Miguel Grillo Morales
Zolfo Springs, Fl

Dedicatoria.
A todos los que nacieron en el Central Mercedes. A los ex alumnos del Colegio. A los que laboraron en el. Y por supuesto, a la memoria de Rafael y Humberto Matacena

 
Reconocimientos:
A María Esperanza Semper por la información digna de un post futuro.
A mi hermana Martha Betancourt por los recuerdos.
A Rogelio Vega (Yeyo) por su buena memoria.
A Hugo Grillo Córdova por las fotos.


Monday, November 5, 2012

Yo voté temprano.


 El pasado viernes a las 5:30 PM ejercí mi derecho al voto. Aproveché esa modalidad popular que consiste en votar por adelantado. Llegue al recinto que me corresponde y delante de mí, en la cola, solo habían dos personas. ¿Les extraña? Ha queridos amigos, esa es una de las tantas ventaja de vivir en el monte. Sí, yo voto en un pequeño pueblo de la Florida llamado Wauchula. El joven que me atendió me pidió la licencia de conducir, la introdujo en la ranura del “scanner” y supongo que en el monitor frente a él aparecieron todos mis datos. Todos incluyendo el juanete en el pie derecho. Me entregó una carpeta con cuatro inmensas hojas y me indico: -“Fill it out, front and back and insert them in that machine in the corner”.

No me apresure, me tome mi tiempo. Sobre todo en las enmiendas, aunque ya las conocía de antemano, pueden confundir. Haciendo uso de mi derecho, a punta de bolígrafo rellene los ovalitos de los candidatos de mi preferencias y los SI o No de las enmiendas. No influyeron en mí, las advertencias, los miedos, los reclamos, los consejos bien y mal intencionados de uno u otro bando. Hice lo que reverendamente me salió de (deja ver como lo escribo) ¡Ya! Del alma. No sé si mi elección fue buena o mala, solo sé que fue mía. A la salida, un veterano de guerra me pego con su única mano, de su único brazo, un sello en mi camisa blanca: “I voted early, I made freedon count”.

Mañana martes por la noche, se sabrá quién dirigirá los destinos de este país por los próximos cuatro años. Puede que no sea el candidato de mi preferencia. Puede que no sea el candidato por el cual yo voté. Pero será el candidato escogido por la mayoría. Sera, a partir de entonces, mi Presidente y le deseo todo la suerte del mundo. De que haga bien su trabajo, depende el futuro y el bienestar de esta gran nación. Cuando del futuro de esta gran nación se trata yo no tengo partido. Solo me mueve el deseo de verla grande, libre y prospera.
 
Un americano alto y delgado con visión de futuro lo dijo hace ya muchos años: “Un gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo, no desaparecerá de la faz de la tierra”. Abraham Lincoln, que la decisión de tu pueblo mañana, proteja y siga haciendo realidad tu deseo. ¡God Bless America!

Wednesday, October 31, 2012

Respeto al derecho ajeno.

No sé si los pocos amigos que me leen aquí, habrán notado la ausencia de postulados políticos en mi muro. A pesar que el fervor partidista se derrama como leche hervida, se encienden las pasiones y se exaltan los ánimos, yo me mantengo callado, ecuánime y tranquilo. Intento ser parcial y objetivo. Eso no significa que no tenga opinión política. Yo, como cualquier ciudadano libre, ejerceré mi voto.
Un ejemplo de mi postura imparcial: este pasado fin de semana en una reunión, ataje a un miembro de la familia al oírle decir -decir no- ordenarle a su hijo: - No se te ocurra votar por Obama. ¿Pero qué es eso? ¿Dónde está el respeto al derecho ajeno?
Desde hace algunos años me he convertido en un tipo de “asistente” de una prima mayor que yo. “Care taker” le dicen en ingles. Le leo las cartas, la ayudo con el mantenimiento del hogar, y la llevo de vez en cuando a sus consultas médicas. La  protejo de esos depredadores que la acosan constantemente por teléfono, para venderle un seguro medico innecesario, o una hipoteca reversible.  
A pesar de ser ciudadana americana, su Ingles es de un nivel de: Mary is a girl and Tom is a boy. Mi dulce y querida prima es Obamista cien por ciento. El domingo me dijo: - Migue, tú que lo sabes y resuelves todo, consígueme un letrero para poner en mi jardín, de esos que dice: “Obama es la candela”. Confieso que me tomo tiempo entender su pedido. Como una prueba de mi respeto a las preferencias políticas y el derecho ajeno, no uno, le conseguí cuatro. Hoy temprano en la mañana pase por su casa. Esta suave y deliciosa brisa de octubre, mese los cuatro letreros en un rítmico vaivén. Los leí en voz alta, se me antojo un eco: -Fire Obama - Fire Obama - Fire Obama - Fire Obama.      

Sunday, October 28, 2012

La culpa es de los ricos.


En estos tiempos de elecciones y debates presidenciales se enervan las pasiones y se encienden los ánimos. Surge un debate político paralelo al presidencial. Puede ser a nivel de conversaciones familiares, intercambio de emails, o escritos en blogs y redes sociales como Facebook y Twitter. Twitter, por su limitación de caracteres obliga a la síntesis, a consolidar las ideas. Esto ha dado lugar a la creación de un lenguaje en ocasiones austero, medieval, donde las ideas no tienen mucho desarrollo. En otras redes el debate es más amplio y se logra  descubrir la mentalidad de algunos participantes.

Hasta aquí no hay problemas, a no ser algún esporádico exabrupto de algunos huérfanos de palabras, que acuden al coñazo mediático en sustitución de la idea bien elaborada. Esto último, aunque lamentable no es peligroso. Lo que si se me antoja peligroso es una tendencia que veo crecer como la mala yerba. Se trata de un sentimiento (resentimiento) que ha estado surgiendo derivado creo de los debates presidenciales. No es nuevo, ha existido desde que el mundo es mundo. En ocasiones ha sido el factor promotor de grandes tragedias. Este estado de opinión da a entender que ser rico, lograr y poseer riqueza, es malo. No se analiza cómo fue esa riqueza obtenida, solo se critica al que tiene más, al que es rico. He escuchado acaloradas discusiones donde se acusa a los ricos de explotar, de robarles a los pobres. Incluso de pagar menos impuestos.

Las acusaciones son tales, que he querido hacer un análisis sobre esa “perversidad” en que se ha convertido el hecho de ser “rico”. Todo análisis tiene que ser objetivo y sobre todo sincero. Si por ser sincero voy a comenzar, necesito confesar que desde que yo era niño he querido ser rico. Si, lo confieso. Tener una buena casa, un buen auto, una cuenta de banco que no la brincara un chivo, disfrutar unas paradisiacas vacaciones, fueron siempre parte de mis anhelos. Miraba a los que habían logrado mucho con respeto y admiración. Así, comencé mi vida. Un temprano exilio me obligo a trabajar doce horas diarias desde los catorce años. Jamás mire a mis empleadores como explotadores. Aun hoy, les agradezco la oportunidad de empleo. Con tesón, trabajo, esfuerzo y riesgo en los negocios fui logrando muchos de los deseos, de los anhelos, de aquella temprana lista. No me considero rico, porque existen muchos niveles de riqueza. Digamos que me considero satisfecho con lo logrado. La satisfacción es mayor cuando descubro detalles tan simples como que mi señor padre nació en una casa con piso de tierra. Por su esfuerzo, yo nací en una con piso de mosaico cubano. Por el mío, mis hijos nacieron en una con piso de mármol. Señores no existe una persona en este mundo que logre con sus ideas socialistas o por resentimiento y envidia, hacerme creer a estas alturas que lo que hizo y logro mi padre, y lo que he hecho y logrado yo, está mal hecho o es icorrecto.

Trate de investigar cuanto me han quitado los ricos. Llegue a una conclusión. No me han quitado absolutamente nada. Los que si me han quitado y mucho, son los gobiernos. Casi siempre a través de impuestos. Impuestos que van a parar en ayuda a muchos que han hecho de la condición de ser pobres un gran negocio. Pobres que hacen la compra en el mercado con cupones alimentos, llevando en el cuello una gruesa cadena de oro, un fino reloj suizo en la muñeca, un Iphone en el bolsillo, y un flamante auto del año en el parqueo. Pobres fuertes y saludables que han descubierto que estar desempleados y procrear un gran número de hijos le da al gobierno la responsabilidad de mantenerlos a todos. Así, descubrimos que los candidatos que más votos logran son aquellos que más ayuda prometen. Esto a su vez, crea una sociedad con mentalidad de dependencia. Una dependencia a la larga incosteable, insostenible.

No perderé tiempo ni espacio en analizar si los ricos pagan menos impuestos que los pobres. Un vistazo rápido al volumen de dinero que paga una persona acaudalada por comprar un auto de lujo, por vivir en una mansión, o por concepto de nomina, no me deja ánimo para discutir estupideces.

Otra tendencia popular es culpar al gobierno de turno por la situación financiera personal. Si bien es cierto que algunas políticas gubernamentales le hacen daño a la economía, y por ende al individuo. También es cierto que muchas decisiones financieras personales son las verdaderas causantes de estas dificultades y catástrofes. Nadie obligó a nadie a utilizar tarjetas de crédito con intereses leoninos, para llenar armarios de ropa y zapatos que jamás usaran. Nadie los obligo a comprar o refinanciar hogares por sumas muy por encima de su valor real o posibilidades de pago. Nadie obliga a nadie a cambiar el economico y libre de deuda trasporte familiar, por un cero milla de lujo, que pierde el treinta por ciento del valor con solo asomar el parachoques en la esquina más cercana.

No culpemos al sistema por nuestros errores. Esta gran nación, esta sociedad completamente libre nos da la oportunidad única de conducir nuestros destinos de la forma que creamos conveniente. No culpemos al sistema de convertir el sueño americano en una pesadilla. Si de sueños se trata, les advierto algo: no dormirán tranquilos en sábana de seda, si solo te alcanza para comprar una de algodón. Y por favor no culpemos a los ricos.    

Tuesday, October 23, 2012

Oleo de vieja con sombrero.


La aparición de un artículo y unas fotografías de una vieja con sombrero en el sitio oficial del gobierno de los hermanos Castro, Cubadebate, le ha dado un empujón a las pasiones de los adoradores del viejo tirano. Olvidan las maravillas del photoshop.
 
Dicen que es Fidel y que está vivo. Algunos van al extremo de nombrarlo “inmortal” y lo sitúan ganando batallas al estilo del Cid Campeador.
Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Capeador) ya cadáver, fue vestido con su armadura, montado en su caballo Babieca, y lanzado contra la tropa enemiga. Por orden de su esposa Jimena. Al verlo venir cabalgando sus contrarios presos de pánico se lanzaron en desordenada retirada. El Cid gano aquella batalla después de muerto.
No dudo que Delia haga lo mismo con Fidel. Con la variante, que puede ser colocado (sombrero incluido) como espantapájaros en ese cultivo de Moringa donde fueron tomadas las fotos. No habrá pájaro que se le acerque. Para que la puesta en escena este completa, es necesario que un viejo trovador cómplice llore, rasgue las cuerdas de una guitarra y cante una versión de una de sus canciones. .        
Una vieja con sombrero,
como un cuadro de Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.
Nota final: Al Cid, para mantenerlo erguido sobre Babieca, fue necesario introducirle una estaca por el trasero. Como a un espantapájaros. Dejo a opción de Delia, este último recurso.


Monday, October 22, 2012

Unwelcome o genial.

El sábado 20 de Octubre Farside Gallery inauguró: Unwelcome, la exposición personal del pintor Cesar Beltrán (Habana 1960). Abierta al público desde el pasado 15 de Octubre puede ser visitada hasta el próximo 20 de Noviembre.

Mis cuadros producen molestia, rechazo, intolerancia.” Sentencio el artista en una reciente entrevista a Diario de Cuba. Dos inmensos lienzos dan la bienvenida al visitante. En ellos el artista ha hecho una “parodia” grafica de los logotipos de dos instituciones creadas por el régimen castrista. Uno, los tenebrosos Comité de Defensa de la Revolución. El otro, La Unión de Jóvenes Comunistas. Solo estas dos obras, dejan más que claro a quién puede crear molestia, rechazo, intolerancia, la obra de Beltrán.
Desde un acrylic on cambas 32"x40", el diente de oro de Chano Pozo luce esta vez una blanca y radiante estrella sobre rojo. Chano, sonriente observa cincuenta dibujos de connotación erótica que dan a la muestra el contraste perfecto.

  Cesar es irreverente, contestatario, rebelde. Cesar es Cesar, y Cesar es impredecible. Prueba de ello, su salida Cesariana de la exposición. Un platillo volador rojo y blanco de brillantes luces, penetro el patio exterior de la galería. Descendieron cuatro figuras ataviadas con indumentarias y equipos varios, tomaron por asalto el recinto y se llevaron al artista acostado en un tipo de vehículo moderno de levitación. Todos quedamos un tanto aturdidos y preocupados. Hasta que oímos la voz de Cesar. Antes de que lo introdujeran en la nave, grito:  - It's part of the performance. - I'm sorry I can’t help it I'm a pop star.
Cesar, tú no eres unwelcome. Tú eres genial.

Wednesday, October 10, 2012

Carta blanca y salida definitiva.


La última vez que lo vimos fue en marzo. Con una indumentaria que incluía bufanda y abrigo de color negro. Como si se tratara del crudo invierno londinense y no el sofocante calor habanero. Lo bajaron de una furgoneta con el mismo ritual que se baja un espanta pájaros, para colocarlo en un campo de trigo. Con él a cuestas, subieron los escasos escalones hasta la entrada de la Nunciatura Apostólica de La Habana. Aferrado a sus ayudantes como un naufrago a un salvavidas, dio jadeante, los pocos pasos que lo acercaban a Benedicto XVI. Entre sus acompañantes se encontraban: Delia Soto del Valle, su compañera ¿Sentimental? Y dos hijos producto de esa relación. Uno, un aprendiz de fotógrafo o comerciante de instantáneas. El otro, un mediquito fanático del beisbol, un especie de playboy von vivant del proletariado.  Ambos vástagos son una versión tropical de los hijos de Hussein y Gadafi. 

A mediados de junio los medios oficiales publicaron sus últimas reflexiones. Tres cortos ladrillitos llenos de incoherencias dedicados a: la Moringa, el Yoga y la existencia. Hace cuatro meses que no se sabe nada de Fidel Castro. Ni una palabra a sus aduladores el pasado 13 de Agosto por las felicitaciones con motivo de su cumpleaños. Ni una felicitación por el triunfo electoral a su mecenas Hugo Chávez. Hemos sido testigos de estas ausencias anteriormente. Las dudas se aclaran cuando al gobierno no le queda más remedio que dar un testimonio de vida y por muy impresentable que este, sacan y muestran el muñeco. Esta vez ha sido distinto. Ni una sola foto ni una sola palabra. Solo un denso silencio parecido al de las morgues o el sepulcro.

Con los periodistas cubanos no se puede contar. No son más que tímidos voceros de Palacio. Acostumbrados a servir, no a cuestionar. No son capaces de indagar sobre la salud de su Comandante. Solo esperan, dócilmente las instrucciones de “arriba.”

Yo digo como dice el dueño de una funeraria: “No quiero que nadie se muera, solo quiero que Cuba progrese.” 

Algo me dice que los dos trámites para viajar, que injusta y arbitrariamente el tirano impuso a los ciudadanos cubanos: La carta blanca y la salida definitiva, le han sido concedidas. Esta vez a él. Con la variante que no le esperan, el aeropuerto José Martí y un avión de una línea comercial para llevarlo a la libertad. Como debe ser en este caso, le espera un largo y tortuoso camino, empedrado de remordimientos y de sus propias malas intenciones. Ese camino conduce al Infierno. ¡Bon voyage Cammandant!
   

Sunday, October 7, 2012

Mi Son entero.



Beny Moré inmortalizó en una canción el sentimiento de dejar la ciudad y regresar al campo: “Regreso de mi poblado, a la montaña querida”. Dijo El Bárbaro del Ritmo.  

Este sábado 6 de octubre, Rebeca y yo tomamos esa ruta, pero a la inversa, dejamos el campo y regresamos al pueblo.

− Grillo, todo no puede ser vacas y caballos. −Me dijo un amigo, y agregó.

−Regresa a la civilización, al arte. 

Siempre que visitamos Miami, tratamos de verla. Actuaba allí, en Hoy Como Ayer ese café con ángel. Que no es solo propiedad de Fabio y Eduardo, es de ella, es tuyo, es mío, es de todos nosotros, los que amamos la buena música. 

A la una menos cuarto de la mañana fue anunciada y su magnífica banda nos regalo los primeros acordes de: Son al Son. 

“Era ya la madrugada
cuando se escuchó una voz
desde el fondo de la noche
que melodiosa cantó...”
 

¡Y comenzó la magia! 

La joven madrugada se fue diluyendo, un variado repertorio de sones, baladas y guarachas que convirtieron las horas en minutos. Con esa maestría que dan las tablas y con su potente voz se fue apoderando de la atención del público y lo hiso participar en armoniosos y picarescos coros. Su actuación incluyó un constante intercambio con los espectadores y con su banda. Complació disimiles peticiones. Sus diálogos incluyeron comentarios llenos de gracia y picardía. 

Hija de una gloria a quien llamaban: Señora Sentimiento, su profesionalismo y su calidad de interpretación la hacen digna heredera de su corona.

Y como reza su canción de apertura: “era ya la madrugada”  cuando nos regalo la última. Mire mi reloj, marcaba las tres y cuarto.  

− ¿Ya pasaron dos horas y media? −Pregunte.

– Si, ya pasaron. −Me contesto Rebeca.  

La magia acorta las horas, pensé. Con todo el público, su público, de pie y bailando, se despidió, con un:

− Hasta el próximo día 19, los espero. 

Con una mescla de felicidad y agotamiento reflejado en su rostro nos despidió en el camerino.

− Gracias por estar. −Nos dijo sonriente. 

No Malena, gracias a ti por estar y por existir. Gracias por ese arte que heredaste de la estirpe Burke. Gracias por esta y tantas noches de magia y de entrega total.

La carretera resplandecía bañada de rocío y luna. Ahora si, como decía El Beny: “Regreso de mi poblado a la montana querida”. Pero en mi mente seguía sonando la melodiosa voz de Malena Burke y Mi son entero.  

“Mi tierra linda, porque te quiero,
yo a ti te canto mi son entero…
Mi son enteroooooooooo”
 

No solo el día 19 Malena, el 10 de Noviembre si Dios lo permite, estaremos también contigo. En el Dade County Auditórium, en ese magnífico evento que será el homenaje a Las Diego. Esa noche promete mucho y nadie debe perdérsela.




 


Friday, October 5, 2012

Campaña sin debate.


La campaña política en Venezuela ha cesado –al menos la parte propagandística-. Las urnas esperan el sufragio del pueblo. Durante estos meses el candidato del partido opositor el joven (nació en 1972 cuando yo ya fregaba platos en Madrid) Henrique Capriles Radonski se ha referido a su contrincante con respeto. Este, en cambio ha utilizado todo tipo de epítetos contra Capriles. No sé si la oposición lograra la suficiente cantidad de votos para sacar del poder a Chávez, pero todo parece indicar que será una votación reñida. El gobierno y sus simpatizantes lucen preocupados, razón tienen de sobra.

Mirando en televisión el debate presidencial en Estados Unidos, note el nivel de respeto y cordura que muestran ambos candidatos. Ni un solo epíteto, ni un solo adjetivo descalificativo. Nací en la segunda mitad del siglo pasado, pocos en aquella época se atreverían a vaticinar que en Estados Unidos, medio siglo después un hombre blanco debatiría en televisión con un hombre negro y lo llamaría Señor Presidente. Al final sonrisas y un apretón de manos. Eso no solo es evolución, es también una lección a aprender. Sobre todo para estos pueblos de América donde algunos se van detrás del político que demuestre mayor desmesura, desfachatez y chabacanería.   

Chávez no quiso debatir con Capriles: “- Me daría vergüenza porque ahí lo que hay es nada” dijo el mandatario en su momento. ¿Dañó a Chávez esta actitud? Algo me dice que si, algo me dice que ahí lo que hay es una gran cantidad de votos. Ahí lo que hay es una gran cantidad de venezolanos dignos, trabajadores, honestos, que aman a Venezuela, que creen que su patria tiene un mejor futuro sin Chávez. No señor Presidente, no todos son eso que usted dice.

El domingo en Venezuela está en juego mucho más que una silla presidencial. En lo que a Cuba se refiere, una vez mas el gobierno castrista  a puesto el futuro de la nación en dependencia del destino de un país extranjero, esta vez de una elección. Lección no aprendida, aparentemente.

Una elección no se gana con epítetos, se gana con votos, y en las urnas. Espero que los venezolanos el domingo puedan demostrarle eso al mundo. Llegue a todos mis deseos de una Venezuela mejor.

Monday, October 1, 2012

Dicen.


Dicen que se llama Vicente Feliú. Dicen que es cubano. Dicen que es miembro de la Nueva Trova. Dicen que le faltan dientes. Dicen que anda cabreado porque la congresista Ileana Ros-Lehtinen envió una carta al Departamento de Estado pidiendo que no le otorgaran la visa para entrar en Estados Unidos, porque (según dicen) es un furibundo castrista. No sé, porque la gente dice tantas cosas.

Lo cierto es que la visa le fue concedida y Vicente viajo a Estados Unidos a cantar según dijo:“por la liberación de los cinco” se refería a los cuatro (quedan cuatro presos, el quinto o el primero ya fue liberado) individuos que cumplen condena en cárceles federales por haber sido encontrados culpables de espiar para la tiranía de Fidel Castro.


Dicen que hace un tiempo el Sr. Feliu insto al régimen de los Castro a privar del acceso a Internet a los disidentes dentro de la Isla. "Habrá que hacer como cuando la guerra revolucionaria (en la Sierra) quitárselos”, dijo tranquilamente, como si de un rifle se tratara.

En un articulo publicado en Cubadebate:
Con Vicente Feliú a unas cuadras de la Casa Blanca (+ Video) dicen que después de su actuación efectuada en la en Embajada de Venezuela en Washington, Vicente se fue a comer a un restáurate en el barrio de Georgetown, allí se encontró con un empleado salvadoreño que después de percatarse quién era y que hacia allí le confesó: “Yo soy farabundista y 70% de mi familia también. No quería venir a este país, pero la guerra me obligó a salir de El Salvador.” A lo que Vicente Feliú contesto: “Yo tampoco quería venir a los Estados Unidos: ni a cagar”, y añadió: “Pertierra me recordó que los Cinco me necesitan y por eso vine”. Así lo narra para Cubadebate José Pertierra un abogado que se encarga de manejar en Estados Unidos los asuntos de los hermanitos Castro.  

Dicen que no es la primera vez que Vicente visita el “Imperio”. Dicen que hace unos meses se hizo retratar junto a los indignados en New York. O sea Vicente está en contra del establichment norteamericano, pero totalmente a favor del establishment castrista. Utiliza la generosidad de una visa otorgada por un país libre y democrático, para atacarlo y desde su suelo respaldar la dictadura. La dictadura que lo obliga a él a pedir un permiso de salida para viajar, para utilizar esa visa otorgada.

Confieso que no entiendo, pero me encanta presenciar a estos personajes, a estos edecanes de Palacio que con una mano tocan la guitarra y con la otra engrasan el látigo que los flagela. 

Creo que la congresista no tiene nada que preocuparse. Otórguenle la visa cada vez que la pida, de todas formas el no va a Estados Unidos “ni a cagar”. O sea, se irá con su mierda a otra parte.

¡ La gente dice tantas cosas! Otra cosa que dicen es que Vicente Feliú es trovador. Pero seamos sinceros, de esto último no hay suficientes pruebas.

Tuesday, September 18, 2012

Lograr el éxito.

La vi arrodillada, en silencio, frágil, llorosa, dentro de aquella vieja y calurosa Iglesia, con todo el peso del dolor y la dictadura sobre sus hombros. Dentro de la Iglesia, un ataúd, dentro del ataúd los restos de un hombre. Después, ahogada por el dolor más que por el calor de julio, con valor y decisión se dirigió a los presentes. Han pasado casi dos meses desde que Rosa María Payá abrasada a aquella caja gris, elaborada con el desgano de los cautivos, le diera el último adiós a su padre.
Hoy he leído con detenimiento una entrevista donde Rosa María responde un grupo de preguntas formuladas por los lectores de Diario de Cuba . Su ecuanimidad y cordura me recordó a Oswaldo. Cuando nos afirma: “Nuestro éxito es lograr que el pueblo reclame y obtenga su soberanía" nos da una idea hasta qué punto los ideales de su padre calaron en esta joven cubana.
La libertad, el amor y el beneficio del prójimo fue el principal ideal de Oswaldo, eso lo motivaba, intentando lograrlo iba aquella fatídica tarde. Hoy se que aquel viaje continua. Esta joven no es solo “la hija de Paya” ella fue engendrada como todo ser humano con el derecho a ser libre, su padre se encargo de hacérselo saber con su ejemplo. Ella sabe cómo lograr el éxito, nosotros lo sabemos, ellos lo saben y tratan de impedirlo: En Cuba, la maldad perderá el poder cuando el bien pierda el miedo. Y hacia allá vamos.

 

Tuesday, August 28, 2012

Felicidades Mamuchi.


 


Hoy sentí necesidad de verte, de hablarte, quizás por eso fui a visitarte. Trate de imaginarte, joven, casi niña, con tu mejor vestido. Tu vestido de domingo. En aquella fiesta rural, en aquel Torneo, donde el primer premio lo gano el joven y apuesto José Miguel Grillo Martin, en su caballo Gasolina. En aquel evento se fijo en ti por vez primera. Esa noche bailaron y te susurró al oído cosas de enamorados. Después se juraron amor y un día te pidió vivir juntos para toda la vida. Así lo hicieron. − “Hijo, tenía el rostro tierno como un ángel.” Me confesó mucho tiempo después mi padre.  
¿Sabes algo? Fue precisamente ese rostro angelical lo primero que vi, cuando mis pequeños ojos se abrieron a la luz, hace 56 agostos en aquella lejana finca en el Central Mercedes. Tus manos fueron las primeras que me asearon, me alimentaron, me peinaron, me vistieron y me acariciaron. Me acostumbre a ellas. De tu voz escuche la primera nana y el primer y más sincero, te quiero. De tu mano asistí a la escuela por vez primera y de ellas recibí el medicamento que curaba la enfermedad de turno. 
Miles de kilómetros, un idioma extraño, abandonar tu entorno, no fueron obstáculos para brindarme la oportunidad de crecer y vivir en libertad. Con los años tu piel perdió su lozanía y se lleno de arrugas, tus manos se hicieron más suaves y tu alma más dulce y cariñosa. Jamás perdiste la sonrisa ni la dulzura. Han pasado muchos años, desde aquel triste mes de mayo de 1993 en que tu corazón dejo de latir. Tus nietos han crecido atesorando tu recuerdo y todo el que te conoció te recuerda con cariño. Y a mí, me sigue ahogando y doliendo tu ausencia. 
Por eso hoy, 28 de agosto de 2012, fui a visitarte. En el lugar donde depositamos hace 19 años tu cuerpo inerte. Sé que nada de ti queda allí, que todo lo que fuiste está y estará con nosotros. Estará en la memoria, en el corazón, y en el alma de los que te amamos. No pude evitar llorar de rodillas sobre tu tumba, porque te extraño, porque aún me haces falta. El sentimiento de desolación no es comparable al de agradecimiento, al de orgullo, por haber nacido de aquella unión y de ti.
Tienes que haberme escuchado vieja. Lo repetí varias veces, mientras la cálida brisa de agosto me secaba las lagrima: “Gracias, y feliz cumpleaños Mamuchi”



 

 

Thursday, August 23, 2012

Carta de un joven que se ha ido


Rafael Hernández, director de la revista Temas, escribió recientemente un articulo en forma de carta: “Carta a un joven que se va”. La carta de Rafael cuestiona y critica la decisión de los jóvenes cubanos de marchar al exterior. Iván López Monreal, joven cubano de 28 años residente en Bulgaria le da respuesta en un artículo titulado: "Carta de un joven que se ha ido".

Por varias razones quise traerla a mi espacio, menciono solo tres: conozco miles como Iván, Iván puede ser mi hijo, yo de alguna forma soy Iván.
 

Carta de un joven que se ha ido.

Estimado Rafael Hernández:
He leído con mucho interés su “Carta a un joven que se va”. Me he sentido aludido, porque hace dos años me marché de Cuba, tengo 28 años y vivo en Pomorie, una ciudad balneario situada en el este de Bulgaria.
La razón por la que le escribo es para intentar explicarle mi postura como joven cubano emigrado. Sin solemnidades ni verdades absolutas, porque si algo me ha enseñado dejar mi país, es descubrir que esas verdades no existen.
Puede que algunos de los que nos hemos marchado en los últimos años (somos miles) tengan claro el momento en que decidieron hacerlo. Yo no. Lo mío fue progresivo, casi sin darme cuenta.
Empezaría con ese recurso tan cubano que es la queja. Por nimiedades, tal vez. Por lo que no hay, por lo que no llega, por lo que pasa, por lo que no pasa, por no saber. O no poder. La queja no es grave, lo grave es que se cronifique como una enfermedad cuando nada parece resolverse. Y uno puede aceptar que eso es así, y es tu país para lo bueno y para lo malo, o pasar a la siguiente categoría, que es la frustración. O sea, descubrir que la solución a la mayoría de los problemas no está en tus manos. O no te permiten hacerlo. O aún más triste: no parece importar.
Abandonar o permanecer en tu país es una decisión muy personal que nunca debe juzgarse en términos morales. Yo elegí este camino porque quería un futuro diferente al que veía en Cuba, y salí a buscarlo consciente de que podía salir mal, pero quise correr ese riesgo. No voy a mentirle diciendo que fue doloroso. No lloré en el aeropuerto. Todo lo contrario, me alegré. Le digo más, me liberé
Tiene usted razón cuando dice que mi generación carece de esos lazos emocionales que generan experiencias como Playa Girón, la Crisis de Octubre o la guerra de Angola.
Pero no se equivoque, yo también he tenido mis epopeyas. A lo mejor no tan épicas, pero sí igual de demoledoras. En estos veintidós años que menciona, he visto degradarse el país por el tanto lucharon mis padres.
He visto marchar a mis maestros de primaria y secundaria. He visto a familias discutir por el derecho a comerse un pan. He visto el malecón lleno de gente nerviosa gritando contra el gobierno, y gente aún más nerviosa gritando a su favor.
He visto a jóvenes construyendo balsas para huir quién sabe a dónde, y a una turba lanzando mierda de gato contra la casa de un “traidor”.
Incluso, Rafael, he visto a un perro comiéndose a otro perro en la esquina habanera de 27 y F. Y también he visto a mi padre, que sí estuvo en Angola, con el rostro pálido, sin respuestas, el día que un custodio de hotel le dijo que no podía seguir caminando por una playa de Jibacoa (frente al camping internacional) por ser cubano.
Yo estaba con él. Yo lo vi. Tenía diez años, y un niño de diez años no olvida cómo la dignidad de su padre se va a la mierda. Aunque haya vuelto de una guerra con tres medallas.
Me habla usted de las conquistas sociales de la Revolución. De la educación y la medicina. Voy a hablarle de mi educación. Tuve buenos maestros, y cuando se marcharon fueron sustituidos por otros menos preparados que, a su vez, fueron reemplazados por trabajadores sociales que escribían experiencia con S y eran incapaces de señalar en un mapa cinco capitales de Latinonamérica (esto no me lo contaron, lo viví)
Mis padres tuvieron que contratar maestros privados para que yo aprendiera de verdad. No lo pagaban ellos sino una tía mía radicada en Toronto. De modo que si somos honestos, buena parte de la formación que tengo se la debo a los clientes del restaurante griego donde trabajaba mi tía.
Pero hay más. En tiempos de mi hermana mayor era extremadamente raro que un alumno sacara una nota de cien. En mi época el cien se volvió algo común, no porque los alumnos fuésemos más brillantes sino porque los profesores bajaron sus exigencias para maquillar el fracaso escolar.
¿Y sabe una cosa? Yo tuve suerte, porque los que venían detrás de mí en vez de maestros tuvieron un televisor.
De la medicina poco tengo que decirle porque usted vive en Cuba. Y salvo el hecho de mantenerse la gratuidad, cosas que admito sigue siendo meritoria, el estado de los hospitales, la precariedad de unos médicos mal pagados y la creciente corrupción empujan cada vez más al sistema de salud hacia ese tercer mundo del que tanto hizo por alejarse.
Y lo cierto es que, hoy en día, un cubano que maneje divisas tiene más posibilidades de recibir un tratamiento mejor (haciendo regalos o incluso pagando) que uno que no lo tenga, aunque sea de forma ilegal. Y aunque la constitución diga otra cosa.
Por triste que resulte admitirlo, Rafael, la educación y la medicina de la que disponen los cubanos de hoy es peor que la que disfrutaron mis padres.
Usted dice que el país hace un gran esfuerzo, que existe un embargo. Y yo le respondo que también existe un gobierno que lleva cincuenta años tomando decisiones en nombre de todos los cubanos.
Y si estamos en el punto en el que estamos, lo más sano es que admitiera que no ha sabido, o no ha podido, o no ha querido hacer las cosas de otra forma.
Por la razones que sea. Porque el fracaso también está cargado de razones. Y en vez de atrincherarse con sus figuras históricas en el Consejo de Estado, debería dar paso a los que vienen detrás.
Rafael, es muy frustrante para un joven de mi edad ver que en Cuba llevamos 50 años sin que se produzca un relevo generacional porque el gobierno no lo ha permitido. Y no hablo de que me den el poder a mí, que tengo 28 años.
Hablo de los cubanos que tienen 40, 50 o incluso 60 años y no han tenido nunca la posibilidad de decidir. Porque las personas que hoy en día tienen esas edades y ocupan puestos de responsabilidad en Cuba no han sido formados para tomar decisiones, sino para aprobarlas.
No son dirigentes, son funcionarios. Y ahí incluyo desde ministros hasta los delegados de la asamblea nacional. Son parte de un sistema vertical que no da margen para que ejerzan la autonomía que les corresponde.
Todo se consulta. Y contrario a lo que dice el refrán: en vez de pedir perdón, todos prefieren pedir permiso.
Dice usted que en mi país se puede votar y ser elegido para cargos desde los 16 años. Y que la presencia de jóvenes delegados ha bajado desde los años 80 hasta ahora. Incluso me advierte que si seguimos marchándonos, habrá menos jóvenes votando y por tanto menos elegibles.
Y yo le pregunto: ¿De qué sirve mi voto? ¿Qué puedo yo cambiar? ¿Qué han hecho los delegados de la asamblea nacional para que me interese por ellos?
Seamos sinceros, Rafael, y creo que usted lo es en su carta, así que yo también quiero serlo en la mía, ambos sabemos que la asamblea nacional, tal y como está concebida, solo sirve para aprobar leyes por unanimidad.
Resulta paradójico llamarle asamblea a una institución que se reúne una semana al año. Tres o cuatro días en verano y tres o cuatro días en diciembre. Y en esos días se limita a aprobar los mandatos del Consejo de Estado y de su Presidente, que es quien decide lo que se hace o no se hace en el país.
Lamentablemente, yo no puedo votar a ese presidente. Y no sabe cuánto me gustaría hacerlo.
Hace unos días escuché a Ricardo Alarcón confesarle a un periodista español que él no cree en la democracia occidental “porque los ciudadanos solo son libres el día que votan, el resto del tiempo los partidos hacen lo que quieren...”
Aunque fuera así, que no lo es (al menos no siempre, y no en todas las democracias), estaría reconociendo que desde que yo nací, en 1984, los electores en Estados Unidos, por ejemplo, ha tenido siete días de libertad (uno cada cuatro años) para cambiar a su presidente. Algunas veces lo han hecho para bien, y otras para mal. Pero esa es otra historia.
Un joven de New Jersey que tenga mi edad ya ha tenido dos días de libertad para, por ejemplo, echar a los republicanos de Bush y nombrar a Obama.
Los cubanos no hemos podido tomar una decisión así desde 1948 (no incluyo las elecciones de Batista, por supuesto).
Y si usted me dice que la capacidad de nombrar a un presidente no es relevante para un país yo le digo que sí lo es. Y más para un joven que necesita sentir que se le toma en cuenta. Aunque solo sea por un día.
Usted probablemente piensa que los que nos marchamos elegimos el camino más fácil, que lo duro es quedarse a resolver los problemas.
Pero le tengo que decir que mis abuelos y mis padres se quedaron en Cuba para pelearse con esos problemas. Renunciaron a muchas cosas por la Revolución y hasta se jugaron la vida por ella. Para darme un país avanzado, equitativo, progresista. Y el que me han dado es uno en el que la gente celebra poder comprar un carro y vender su casa como si fuera una conquista.
Pero eso no es una conquista, es recuperar un derecho que ya teníamos antes de la Revolución.
¿A eso hemos llegado? ¿A celebrar como un éxito algo tan básico? ¿Cuántas otras cosas básicas habremos perdido en estos años?
Para mis padres es doloroso asumir ese fracaso, y no lo quieren para mí. No quieren que con 55 años tenga un sueldo que no me alcance para vivir, ni el sueldo ni la libreta
Porque no alcanza. Y no quieren que para sobrevivir acuda al mercado negro, a la corrupción, a la doble moral, a fingir.
Prefieren que esté lejos. A los 28 años yo me he convertido en la seguridad social de mis padres, ¿O cómo cree que sobreviven dos personas con 650 pesos?
Sí, Rafael, hemos tenido que irnos cientos de miles de cubanos para que nuestro país no quiebre. Lo que Cuba ingresa de nuestras remesas es superior, en valor neto, a casi todas sus exportaciones. Eso sí, el país ha perdido juventud y talento, y en vez de abrir un debate realista sobre cómo parar esa sangría, sigue anclado a un inmovilismo ideológico que no es otra cosa que miedo al futuro.
¿Y qué hago yo en un país cuyos gobernantes le tienen miedo al futuro...? ¿Esperar a que se mueran...? ¿Esperar a que cambien las leyes por generosidad y no por convicción? ¿Qué hago yo en un país que sigue premiando la incondicionalidad política por encima del talento? ¿A qué puedo aspirar si no basta con lo que soy y lo que hago...?
¿A convertirme un cínico? ¿O me anima usted a que dé la cara y diga lo que pienso? Algunos jóvenes de mi generación ya lo han hecho, ¿Y dónde están?
Recordemos a Eliécer Ávila, un estudiante de la Universidad de Oriente que tuvo la valentía de preguntarle a Ricardo Alarcón por qué los jóvenes cubanos no podíamos viajar como cualquier otro, y fue represaliado por el sistema.
Él no tuvo la culpa de que allí hubiera un cámara de la BBC , ni de la respuesta ridícula que dio Alarcón (aquella barbaridad de que el cielo se llenaría de aviones que chocarían entre ellos)
Hoy Eliécer vive marginado por razones políticas. Y no es un terrorista ni un mercenario ni un apátrida, es un joven humilde, mulato, universitario, que cometió el error de ser honesto.
Que triste hacer una revolución para terminar condenando a alguien por ser honesto. ¿Para eso quiere usted que me quede, Rafael?
Dejar tu país y tu familia no es un camino fácil. Ni la solución a nada, solo es un principio. Te vas a otra cultura, tienes que aprender otro idioma, pasas momentos muy malos.
Te sientes solo. Pero al menos tienes el alivio de saber que con esfuerzo puedes conseguir cosas.
Mi primer invierno en Bulgaria fue muy duro, conseguí trabajo como transportista y pasé cuatro meses subiendo y bajando lavadoras para ahorrar dinero y poder viajar a Turquía. Una ilusión que tenía desde niño. Y viajé.
No tuve que pedir un permiso de salida ni mi avión chocó con ninguno. Pude cumplir el sueño de Eliécer. Y me alegro de haberlo hecho.
He conocido otras realidades, he podido comparar. He descubierto que el mundo es infinitamente imperfecto, y que los cubanos no somos el centro de nada.
Se nos admira por algunas cosas igual que se nos aborrece por otras.
También he descubierto que irme no ha cambiado mis convicciones de izquierda. Porque lo de Cuba no es izquierda, Rafael. Póngale usted el nombre que quiera, pero no es izquierda.
Yo estoy de parte de aquellos que buscan el progreso social con igualdad de oportunidades y sin exclusiones. Pienses como pienses. Sin sectarismo ni trincheras. Porque eso solo sirve para enfrentar a la sociedad y sustituir verdades por dogmas.
Por último, Rafael, la casualidad quiso que terminara en un país que también estuvo gobernado por un partido y una ideología única. Aquí no hubo revolución de terciopelo como en Checoslovaquia, ni derribaron un muro como en Berlín ni fusilaron un presidente como en Rumania. Aquí, como en Cuba, la gente no conocía a sus disidentes.
Aquí no había fisuras, y sin embargo, en una semana pasaron de ser un estado socialista a una república parlamentaria. Y nadie protestó. Nadie se quejó.
No puedo evitar preguntarme, ¿Acaso pasaron 40 años fingiendo? Desde entonces no han tenido un camino de rosas, han enfrentado varias crisis, incluso la población ha llegado a vivir con peor calidad de la que tenía en los años 80, pero curiosamente, la inmensa mayoría de búlgaros no quiere volver atrás.
Y eso que el socialismo que dejaron ellos era bastante más próspero que el que hoy tenemos los cubanos. Pero en este país no piensan en el pasado, piensan en el presente. En mejorar la economía, en resolver las desigualdades (que las hay, como en Cuba), en combatir la doble moral, los personalismos y la corrupción que generó el estado durante décadas.
El día que ese presente importe en Cuba, no tenga duda, nos veremos en La Habana.
Iván López Monreal
Pomorie, Bulgaria.
10 de agosto del 2012