− Migue, míralos bien y escoge uno. Ese es tu regalo de cumpleaños.
Estábamos montados en Princesa, una yegua mora y observábamos un lote de añojos Cebú que curiosos habían hecho un círculo alrededor nuestro.
− No te apures, fíjate bien en sus características, recuerda lo que te he dicho y escoge el que más te guste.
José Alejandro Grillo Martín, Pipe Grillo, como todos llamaban, era el mayor de los hermanos Grillo, administraba desde la muerte de sus padres la finca propiedad de la familia. Hombre robusto, de carácter serio, desarrolló desde temprano avidez y conocimiento en el mundo de los negocios, especialmente en la ganadería. Bajo su dirección el negocio familiar prosperó. Allí pastaba el mejor ganado Cebú de la región. La producción de caña de azúcar vendida al Central Mercedes alcazaba altos índices de rendimiento. La finca Esperanza y Sumidero, enclavada en la llanura de Colón, Matanzas, Cuba, era una productiva gestión familiar de solamente 24 caballerías de tierra (320 hectáreas) propiedad de siete hermanos.
− Dime, cual. Volvió a repetir mi tío Pipe.
− Tío, a mi me gusta aquel. Y señalé con el índice un hermoso ternero de color blanco acerado y tonos oscuros, de incipiente pelota y lomo recto.
− ¡Muy buena elección! ¿Cómo lo quieres nombrar?
− El Chino. Dije sin titubear
− Pues ese es tuyo y se llama El Chino.
Desde
ese momento seguí con detenimiento el desarrollo del animalito. Me enorgullecía
verlo pastar en los potreros, o entrar en los corrales para ser desparasitado.
Todos se referían a él como “el Chino de Miguelito”.
− Tu tío
quiere hablar contigo. Te está esperando en la oficina. Me dijo mi tía Digna unos
meses después y me señaló en dirección al escritorio donde la figura de tío
Pipe manipulaba una carpeta llena de papeles. Después del riguroso beso como
saludo, Pipe me señaló una silla y me dijo: −Siéntate, tenemos que hablar de
negocios.
La
solemnidad del momento me hizo tragar en seco. Nunca le temí a Pipe, sentía por
él un extraordinario cariño, gran respeto y admiración. − Migue, Ñico Rosado vino a comprar un torete para padre y se enamoró del tuyo. Cometí un error, se lo vendí sin tu conocimiento, sin tu aprobación y sin saber cuánto tú querías por él. Ahora tengo que arreglar cuantas contigo. En este sobre esta el dinero de la venta, dime cuanto tú quieres por él para pagártelo. Si pides más de la cantidad en que yo lo vendí, pierdo yo, si pides menos pierdes tú. − Piénsalo bien y dime.
No me acongojó la venta del torete, si algo aprendí de mi padre y de Pipe fue a no enamorarme jamás de un animal comercial. “No son una mascota” siempre me explicaron. Otra lección de negocios que aprendí de pequeño fue: “si te compran vende, si te venden compra.”
Puse, o
intente poner cara de hombre de negocios, pero mi respuesta fue la respuesta de
un niño de mi edad.
− ¿Te
parece bien un peso?
− Al que
tiene que parecerle bien es a ti. Atestiguó Pipe.
− Si, me
parece bien. Dije resuelto y feliz.
Pipe
abrió el sobre y extrajo un reluciente billete de un peso.
−Aquí
esta. Ahora, vamos a dar una vuelta por los potreros.
Salimos a lomo de Princesa a darle una vuelta al ganado. A la sombra de un
frondoso jagüey, extasiados por el majestuoso verdor de los potreros y la calida brisa campeste, Pipe me
pregunto.
− ¿Quieres
saber en cuanto le vendí tu torete a Ñico?
− ¿En
cuanto tío? Pregunte con curiosidad.
−Se lo
vendí en 235 pesos. Si me hubieses pedido una suma superior no me hubiese
quedado más remedio que pagártela. Y añadió. − Eres solo un niño, no sabes aun
el valor real de las cosas, algún día las sabrás y valoraras esta experiencia y
esta enseñanza.
Confieso
no haberle hecho mucho caso a mi tío en aquel momento. Marche a casa contento
con mi reluciente billete de un peso. Cuando le hice el cuento a mi padre,
sonrió y exclamo, − ¡Las cosas de Pipe!
Han pasado
más de medio siglo de “mi primer negocio.” Hoy encontré una vieja foto en
blanco y negro. En ella estamos, Pipe y yo sobre Princesa. Es curioso, en esa
pose fue precisamente donde recibí, los primeros y mejores consejos y
enseñanzas. Hace muchos años llegue a la conclusión de que aquel fue, aunque
parezca descabellado, mi mejor negocio. La lección aprendida tiene un valor muy
superior a los 234 pesos de diferencia entre su venta y la venta mía.
Cuéntame entre los lectores de hoy....ya veo por qué tienes ganado cebú...
ReplyDeleteUna buena escuela con un buen profesor eso no se olvida .
ReplyDeleteBuen relato como siempre. Creo que yo soy la lectora de Canada porque nunca me pierdo un blog. Saludos a Rebeca Nunez Grillo. Bendiciones para la familia.
ReplyDeleteMIGUEL, acabe de leer tu blog del 1er. negocio y creo que tu tío sobre el caballo es a quien mi papa saludaba cuando a veces estábamos en los alrededores de Mercedes en la carretera hacia Manguito. El paraba el carro, se saludaban y conversaban un poco. O al menos así lo recuerdo.
ReplyDeleteQué maravilla! Esa fue una lecciòn de oro. Y qué bellos recuerdos.
ReplyDeleteMuy cierto, te graduales en la escuela de la vida.
ReplyDeleteMiguelito, no te puedes imaginar la emoción y a la vez alegría que sentimos Elita y yo, al verte junto a Pipe; para Elita El era su familia, y para mi.........te diré que me agrado tanto que llegue a quererlo como a un familiar, al extremo que sentí mucho su muerte; dice Elita que hasta nuestra nieta Daniela conoce de ti, Pipe, Pepito, tía Digna, debido a que como ella lleva en su corazón recuerdos tan gratos de Ustedes, y como que de la abundancia del corazón habla la boca, pues siempre le está contando historias, así que, muchas, pero muchísimas, por este regalo. Jesus y Elita.
ReplyDeleteQue lindó relato sobre una enseñanza inolvidable. Bello!!!
ReplyDeleteRebeca Grillo
Comenzaste joven mi hermano.. Mirandote bien, no has cambiado nada, la misma postura, las mismas orejas....
ReplyDeleteKeep it up mi Socio, doing good..
Se le quiere
Hey, porque no nos cuenta de tu corta experiencia en el mundo pugilista...
Carolito / El Nene (Hijo mayor de Yolanda)
Migue, lei tu escrito;El primer negocio y pude interpretar muchas cosas buenas pero resalta el respeto entre ambos ,cual es parte de la vida y el sincere amor a la familia
ReplyDeleteI remember Pipe very good, great pictures and the best memories
ReplyDeleteMe hicistes recordar a Pipe Grillo
ReplyDeleteESte cuento esta fenomeno! Bueno para publicarlo en un libro y asi quede de regocijo y enseñanza para todos. Animate, que tu puedes!!!!
ReplyDeleteike muy interesante historia de tu crecimiento como persona y hombre de negocios, tu tio a pesar de hombre de campo sumamente inteligente para enseñarte, un abrazo
ReplyDeleteahhh las lecciones que aprendemos. Yo le temia al tio Pipe, lucia tan grande en el caballo, sin embargo yo tenia un gran amor y admiracion por su hijo Pepe, que le gustaba llevarme a pasear por el ingenio y retratarme, pasar horas con el en el laboratorio sacando los huevos de las moscas, me converti en una experta con el microscopio, me ensenaba todas las diferentes plantas y flores que tenian creciendo. Nunca olvide que me enseno unas flores muy especiales que utilizaban para hacer perfumes, "Ylang-Ylang" me decia era lo que utilizaban en los perfumes mas caros del mundo. Nunca lo olvide. Que grandes recuerdos de los que de alguna forma influenciarion nuestras vidas.
ReplyDeleteTe felicito tuvistes una ninez feliz eso te hace ser una Buena persona.
ReplyDeletete quiero
Oliden
Por favor.. prometame, q de esta semana no pasa q uds empieza a pensar seriamente en su libro !!! Q relato,, te vi de nino,, la inocencia se dibujo en el relato de una manera,, palpable,... y a Pipe fue facil reconocerle,, saber todo de el... has descrito una fotografia... de ese tiempo... ni el mejor pincel. Lo he disfrutado pero a plenitud... es de esos cuentos q no se olvidan ! Estoy segura q sere una vieja y me voy a acordar de ud pidiendo 1 peso ! Q inocencia... pero a decir verdad, ud es tremendo negociante, quizas gracias a Pipe... y tiene trmeenda espuela, mas de q le dieron en vida al Chino de Miguelito.. pero en el fondo .. hay un alma algo infantil aun.. habita el frescor de la ingenuidad campestre y la que ud se esfuerza por mantener para seguir formando parte de una raza unica, casi en extincion !
ReplyDeleteMiguel,
ReplyDeleteBonito relato, como todos los tuyos, ahora entiendo el éxito en tus negocios de dónde te viene, tuviste un buen maestro.
Raquel