Monday, November 20, 2017

Mito y realidad.


El próximo 25 de noviembre se cumplirá un año de la muerte de Fidel Castro. A los cubanos de la Isla les esperan nueve días de homenaje impuesto, donde se exaltarán los sentimientos y se inflará aún más la figura del dictador. Los medios de prensa cubanos, en manos del Estado, se han dedicado durante 58 años a exaltar su figura en una suerte de enfermizo culto a la personalidad. Pero los mitos, mitos son y no resisten el escrutinio ni la realidad de la historia.
En estos días previos al primer aniversario he leído en un blog oficialista, en referencia al difunto, la siguiente aseveración, "su estilo de encontrarse siempre en la primera línea de cualquier combate.."
¿En cuál combate estuvo Fidel Castro en primera línea? ¡Díganme uno solo por favor! 

Veamos.
Asalto al cuartel Moncada.


A pesar haber planeado hasta el más mínimo detalle, a pesar de conocer la ciudad de Santiago de Cuba perfectamente, su auto misteriosamente se extravió en el trayecto y llego tarde, prácticamente no participó en el asalto. 
Cuartel Moncada 26 de Julio 1953

Sierra Maestra.
Pasó los dos años (2 de diciembre 1956 - 1 de enero 1959) de la lucha armada en la seguridad del campamento de La Plata, lejos de cualquier línea de fuego o combate.
Campamento La Plata 1958

Playa Girón.

Estableció su oficina lejos de la zona de conflicto, en el central Australia. Tal es la manipulación que lo han llegado a señalar como el autor del hundimiento del barco Houston, cuando en realidad llegó a la playa cuando todo había terminado y desde un tanque, en un alardoso teatro le disparó al barco ya inutilizado y semihundido. 
Central Australia 1961
Puedo elaborar una larga lista de ejemplos, pero no es necesario. Puedo incluso elaborar una larga lista de nombres de hombres que si se jugaron el todo por el todo en el frente de batalla. Hombres que con su valentía, incluso con su vida, le fabricaron una revolución para que él la disfrutara desde la altura del poder absoluto. Se le puede dar crédito por traiciones, imposiciones, por la dolorosa separación de las familias cubanas, por llevar a la nación al borde de un holocausto nuclear y a la ruina económica. Incluso por ordenar a otros apretar el gatillo. ¿Pero por estar en primera línea de cualquier combate? No señores, por eso no. Los cubanos estamos saturados de mentiras y de mitos. Este es sin lugar a dudas el caso más notorio. Pasarán los años y poco a poco se desmitificará la hipervalorada figura de quién fuera en vida un tirano ególatra y un comandante araña. Y si, la historia finalmente lo condenará. 

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