Una mirada a la historia
de Cuba concentrada en los periodos presidenciales de los que ocuparon esa posición
desde el 20 de mayo del 1902 hasta las últimas elecciones libres, muestra en
muchos casos la brevedad de esos mandatos. Era el cubano un ciudadano
impaciente sin lugar a dudas. No dudo que esa impaciencia nos ha costado caro. Numerosos
fueron los casos en que la constitucionalidad de la nación fue zarandeada por
tendencias dictatoriales. Podemos decir, con toda la vergüenza que lo requiere,
que hace 67 años que un cubano o un hijo de cubanos no es candidato en
elecciones libres y multipartidistas a presidente de la Republica de Cuba. Las últimas
elecciones libres a la más alta posición del gobierno se realizaron el 19 de
octubre de 1948 y las ganó Carlos Prío Socarrás.
Nos encontramos en
plena campaña política en Estados Unidos. Por un lado el partido demócrata con
Hilary Clinton y Bernie Sanders, por el otro lado el partido republicano con
Donal Trump, Jeb Bush, Ben Carson, Chris
Christie, Ted Cruz, Carly Fiorina, John Kasich, Marco Rubio. Son tantos que puede
que olvide alguno. Podemos simpatizar con uno u otro partido, podemos
simpatizar con uno u otro candidato o con ninguno. Lo que yo creo que no
podemos, los que somos cubanos, hijos o nietos de cubanos, es dejar de reconocer
el hecho que en un corto periodo de tiempo, contra todas las trabas y
dificultades, dos de nuestros, dos hijos de cubanos, han llegado a ser
aspirantes a posición más alta del gobierno de los Estados Unidos. No puedo
dejar de recordar un monologo escrito por Don Guillermo
Álvarez Guedes. Porque aunque pasen los años y miles de águilas sobre el mar,
yo, al igual que Guillermo ante el triunfo y los logros grandes o pequeños de alguno
de los míos, no me cansaré de repetir ¡Viva Cuba carajo!
Buen decir Miguel, pero votar por Rubio o Cruz solo porque son descendientes de cubanos, seria igual que votar por Hillary porque es mujer o por Sanders porque es viejo. Hay que pensar bien a quien damos el voto, considerando sus propuestas politicas, sabiendo que luego no se cumplen por cientos de motivos ya que algunas tiene un caracter demagogico con minimas posibilidades. Me tiene la politica hasta el ultimo pelo. Hay mucho odio concentrado en la gente. Muchas veces un odio irracional y sin sentido. Que salga el menos malo!
ReplyDeleteCiertamente pone el nombre de nuestra isla y de la estirpe en alto. No me habia puesto detalladamente a pensar en la comparacion que aqui has hecho y definitivamente es curioso, q dentro de la nacion hace tantos anos no hayan elecciones libres, no haya un solo cubano q haya podido ejercer la aspiracion o el deseo de ser presidente en un pais tan pequeno y q precisamente en una nacion tan grande donde somos una pequena minoria,,,, hayan no solo uno , sino dos cubano-americanos aspirando a la presidencia, sin duda alguna es un hecho para orgullo y altruismo patriotico. Alvarez Guedes lo hubiera disfrutado y Celia mas..
ReplyDeletePues a mi Ted Cruz con su fanatismo biblico y homofobo, me averguenza... Cubanos hay muchos, los Castros no son chinos, y toda la recua que los ha seguido y los sigue. El que hayan nacido en el mismo pais que yo no me impide avergonzarme de ellos, como del senyor Cruz, que es un ayatollah de picadillo y pan con timba.
ReplyDeleteMiguel,
ReplyDeleteNo me voy a pronunciar quién es el mejor o el peor candidato a conseguir la presidencia de los Estados Unidos pero entiendo y comparto el orgullo por que ese alguien pudiera ser un descendiente de cubanos.