Wednesday, January 25, 2012

MENTIRAS, DESDE UNA SILLA BEIGE.


Tal ha sido el rechazo mundial por la muerte de Wilman Villar que el convaleciente dictador Fidel Castro ha tenido que salir a la palestra y redactar una “reflexión”.

Sentado en una silla beige, esa que al parecer le injertaron en el trasero durante última intervención quirúrgica, pues lo sigue a todas partes. Sus artríticas garras han garabateado sobre el papel una colección de mentiras, epítetos e insultos contra todo aquel que ha cuestionado lo sucedido a Wilman. Este incoherente ajiaco, donde intenta mesclar la historia a su manera, demuestra como este decrepito tirano vive aferrado al pasado. Entre otras cosas menciona a Martí, la URSS, las Malvinas y asevera que en España hoy “gobiernan los admiradores de Franco”.
 Basando sus argumentos en la “nota de Granma” afirma que Wilman “era un recluido por delito común, sancionado a 4 años por agresión que provoco lesiones en el rostro a su esposa”. Tan llena de falsas esta esta reflexión que hasta la firma clara y delineada dista mucho del tembloroso garabato con que firma actualmente el déspota. La viuda, la agredida, solo ha sido entrevistada por medios de prensa del exterior, ningún  medio de la Isla la ha contactado. En esas entrevistas ha denunciado a las autoridades castristas, ha explicado lo sucedido y la verdadera razón por la que fue su esposo sentenciado a 4 años.
Puede que Fidel siga anclado en el pasado, pero las nuevas tecnologías lo desnudan y dan al traste con sus argumentos, la impunidad ya no es posible, los videos de las constantes violaciones perpetradas por sus secuaces, le dan la vuelta al mundo. Cuba no es un país agredido por una potencia extranjera, Cuba es un país agredido por un par de canallas y sus seguidores, que hoy tienen en sus manos el poder absoluto, pero mañana, mañana quien sabe.

Yo no pierdo las esperanzas de verlo algún día, con su silla beige frente a un tribunal, juzgado por todos esos crímenes que en nombre de la revolución ha cometido y ha dejado cometer. Entonces veremos si la historia lo absolverá.

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