− No existe dinero
que compre la gloria de ganar el Derby. Con estas palabras Steve Coburn rechazo
una oferta de seis millones de dólares por el 51% de la propiedad de su potro
de tres años California Chrome.
La gloria y los
milagros existen. Los que no crean en ellos tienen que ver el resultado de la carrera
más importante del hipismo mundial, el Kentucky Derby efectuado ayer sábado 3
de mayo. A pesar de ser el favorito 2/1, la presencia en el Derby del potro California
Chrome era en si, un milagro.
Nacido en el
estado de California, hijo de una yegua barata, su entrenador Art Sherman tiene
77 años y nunca había entrenado un caballo participante en el Derby. − Si
compras esa yegua, “You are a dumb ass”. Le advirtió un amigo a Steve Coburn.
Hombre
testarudo, corpulento y de copioso bigote, firme en sus ideas y en sus decisiones,
Steve termino comprando la yegua Love The Chase por $8,000 y pago $2,500 por el
servicio del padrote Lucky Pulpit. El potrillo nacido en el 2011, llamo la atención
por sus habilidades desde pequeño. En sus primeras 6 carreras obtuvo 5 primeros
lugares y un segundo, calificando para competir en el Derby.
El gran enigma era, cómo se comportaría el potro en la gatera. El ensordecedor ruido de 150,000 espectadores, y la presencia de 18 rivales eran un factor determinante. Temperamental e inquieto, en carreras anteriores su comportamiento había sido errático, llegando incluso a pararse en dos patas y casi derribar al jinete. Nada es comparable a al silencio que se apodera del Churchil Downs segundos antes de la partida.
Cuando sonó el timbre y se abrieron las puertas California Chrome partió sin contratiempos, logro mantenerse en las primeras posiciones hasta entrar en la recta final, Víctor Espinoza le pidió más y se alejó del grupo haciendo la ventaja cada vez mayor. Detrás quedaron 18 rivales exhaustos, derrotados. Algunos de ellos potros por los que se pagaron grandes fortunas. Un entrenador en particular, Tod Pletcher, compitió con cuatro ejemplares.
Ahora la pregunta
es: ¿Estaremos finalmente en presencia de un posible ganador de la triple
corona. Algo que no sucede desde que Afirmed lo lograra en 1978. En un par de semanas
lo sabremos. De haber salido saludable de esta carrera, en dos semanas, el sábado
17 de mayo se correrá El Preakness, la segunda pata de la triple corona.
Cuando colocaron la
corona de rosas rojas sobre la grupa de su potro y le entregaron la copa en
forma de trofeo, vi a Steve mirar al cielo y su boca cubierta por el espeso
bigote moverse al ritmo de un “Thank you Lord”. Es cierto Steve, no existe dinero
que compre la gloria de ganar el Kentucky Derby.
Perdona mi ignorancia, yo tenía la idea de que a los animales domésticos ahora los inseminaban artificialmente, pero por 2.500 dólares ya se puede permitir que el "padrote Lucky Polpit" use su arma reglamentaria para plantar potros, aparte del placer que le diera el asunto.
ReplyDeleteSi es que las cosas hay que hacerlas como Dios manda, para que salgan bien.
Grillo, los cuatro caballos que presento el entrenador Tod Pletcher en este Derby, costaron mucho más que el premio de dos millones que dan en la carrera. El cree que esto se gana a base de billetes Y claro el dinero ayuda, pero, existen otros factores. Me gustó este articulo.
ReplyDeleteAmigo Juan, en el hipismo esta prohibido utilizar la inseminación artificial. Se hace a la vieja usanza, que es como es rico, según el criterio de yeguas y caballos. Por el “salto” (así es como se le llama) de este semental cobraban $2,500. A partir del sábado donde su hijo gano el Kentucky Derby, no sé cuánto, pero te aseguro que cobraran mucho mas. Han existido padrotes en Estados Unidos que el salto se cobraba a $500,000 (Storm Cat) y realizaba dos servicios diarios. ¡Un millón diario! No sé a ti, pero a mí me dan ganas de relinchar.
ReplyDeleteAmigo Juan de la Cruz, gracias por las observaciones que me haces intentando que mis escrituras y mi ortografía sean mejores. Te lo agradezco mucho. Ya tome nota de tus últimas indicaciones: quisiste poner derribar y te ha dejado escrito "derivar". "Víctor Espinoza le pidió más y se alejó".
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