¿Papa, o no papa?

El surrealismo ha sido por mucho tiempo una constante en la sociedad cubana. Mas que un país, Cuba se semeja a un cuadro de Dalí. Leyes de inversiones aprobadas caprichosamente y con la mala intención de no permitirle el progreso al  ciudadano interno. El hecho que la aparición o desaparición de un simple tubérculo (la papa) sea motivo para un artículo, Solanum tuberosum: un alimento en peligro de extinción en Cuba  muestran las arbitrariedades con las que tienen que lidiar los cubanos en el quehacer diario.  

Si lo anterior no fuese suficiente, un artículo, “¿Eres, o no eres?”, más que un artículo, un tabloide de ocho  páginas, ha sido publicado y anexado hoy al diario Granma. Se trata de una conversación telefónica que sostuvo Fidel Castro con Hugo Chávez el 14 de abril del 2002, recién liberado el presidente venezolano tras un intento de golpe de estado. No logro descifrar que valor, que vigencia puede tener este ladrillo en forma de dialogo en la actualidad. Bastó una llamada de Fidel para que, sin escatimar gastos, la plática fuera publicada. En fin, los cubanos no tendrán papas, pero si, sustituto de papel higiénico.  

 

No existen dudas, si Kafka hubiese nacido en La Habana su obra sería considerada costumbrista.      

El toro de porcelana.

− ¿Puedo verlo tío Pipe?

− Claro hijo, pero con mucho cuidado.

Con extrema precaución, aquel hombre, ponía en mis manos aquella figurina de porcelana, brillosa, detallada. Me llamaban la atención la pelota, aquella protuberancia sobre el lomo que delataba su raza, y la pose, que tantas veces vi repetida en los potreros.

− ¡Qué lindo, tío!

− Si, es una verdadera obra de arte. Me lo regalo Tato, cuando le compré el Precioso 706.

Y en efecto, aquel toro de porcelana fue un regalo de Víctor Espinosa, ganadero de Cabaiguan a mi tío José Alejandro Grillo por la compra de un torete de la raza Cebú registrado bajo el nombre de  Gulliver Precioso 706.

Siempre estuvo allí. Sobrevivió la desidia y los tiempos revueltos que ha vivido la familia y la nación cubana. Sobrevivió a un robo y a cuatro mudanzas. Sobrevivió la llegada del nuevo milenio. Pero no logro sobrevivir el deterioro físico de mi querida tía Digna. En sus últimos días, la viuda de mi tío Pipe, calgaba con él cómo con sus recuerdos, lo dejo caer y se hizo trizas.  

He logrado criar ganado de buena calidad. Algunas revistas, un documento legal, un yugo, un sable, unas espuelas, certificados de registro del ganado y algunas fotos, son parte del patrimonio recuperado, robado a mi familia.

Nunca tuve valor para pedirle a mi primo Vicente, el hijo de Pipe, el toro de porcelana. Algunas fotos que le tome y mi agradecida memoria son suficientes para reproducirlo. Faltan algunos detalles, pero nada me hará más feliz que entregarles a los descendientes de aquellos Grillos originales, una replica del toro de tío Pipe.