“El sol sale por el Este y se pone por el Oeste” Así me
lo dijo Nilda mi maestra de segundo grado. –Maestra el sol sale detrás de la
casa de los Cardona y se pone detrás de la casa de mi tío Chera- Le atestigüe
con la convicción de haber visto aquel hecho con mis propios ojos repetidas ocasiones.
Nilda sonrió, y con paciencia de maestra se dio a la tarea de explicarme la posición
geográfica de mi casa (desde donde yo veía salir y ponerse el sol) la de la
casa de los Cardona y la de mi tío Chera, y claro la de los cuatro puntos
cardinales.
No soy capaz de numerar los distintos amaneceres y los
atardeceres que he sido capaz de presenciar desde aquella mañana en la escuela José
Abrines, en que Nilda me dio cierta luz geográfica. Ver amanecer es mi favorito,
(Amanecer) pero ver atardecer tiene su sutil encanto. Aun hoy, para mí el sol sigue
saliendo y poniéndose detrás de algo.
Recientemente presencie un atardecer espectacular, y lo comparto.
Navegábamos muy cerca de la costa oriental de Cuba, cruzando el paso de los vientos,
ese que separa la isla de Cuba de Haití. El sol se ponía, no por el oeste como Nilda
me enseño, como ella ya no está, se ponía esta vez detrás de la isla de Cuba y
desde el balcón de mi camarote yo contemplaba y disfrutaba de un Buchanan’s y de la irrepetible
escena. La foto del balcón y la del radar del barco dan fe de ello. Nilda tenía
razón, pero yo también, para mí, este donde este, el sol siempre se pondrá detrás
de la casa de mi tío Chera.