A las nueve de la mañana del último día de este febrero
del 2013 el escritor cubano Ángel Santisteban se presento ante el tribunal
superior en la ciudad de La Habana para comenzar a cumplir una sentencia de
cinco (5) años impuesta por los tribunales por “violación de domicilio y
lesiones a su ex esposa”. Así consta en el veredicto, en la sentencia del
tribunal. Cinco años, cinco largos años, los mismos cinco ultimos años que segun Raul Castro estara en el poder.
Los perritos falderos y cibernéticos del régimen ya dicen, como en otras
ocasiones, que se trata de un caso civil, de un simple abusador de género.
La falsa levantada y preparada en su contra es tan burda
que no resiste el más mínimo escrutinio. Detrás de esta grosera y sucia fachada,
está el castigo a un hombre que ha levantado su pluma y su voz en contra de los
desmanes de un gobierno carente de escrúpulos y violador de los más elementales
derechos humanos.
Ángel no quiso, no pudo callarse. Desde su blog: Los
hijos que nadie quiso, fustigo una y otra vez a los represores que ostentan el
poder hoy en Cuba. Sabía que venían a por él. Los espero, pluma y razón en
mano.
Esta mañana con la camisa empapada por un copioso aguacero
habanero, Ángel le hizo frente, sotuvo su cita con la injusticia. Acostumbrado esta, hace mucho
que le llueve encima. Me sentí pequeño, me sentí incapaz. Ese aguacero debe mojarnos
a todos. Aunque tú Ángel, tú has tenido el valor y la dignidad de recibirlo solo.