Este sábado 11 de Febrero visité algunas exposiciones en el Wynwood Art District de Miami. – “El segundo sábado de cada mes abren las galerías”, me dijo un buen amigo y nos invitó. En la segunda avenida de noroeste desde la 20 hasta la 36 calle, en el centro de un viejo barrio comercial, cerca del dowtown de Miami, se encuentra esta zona, que en los últimos años se ha convertido en centro de arte y exposición.
Antiguamente aquellos edificios estaban ocupados por factorías y almacenes. Allí estaba localizada mi empresa textil, la cual mudé a Republica Dominicana, so pena de perecer bajo las leyes de los tratados de libre comercio que favorecían a otros países especialmente China.
Hacía mucho no pasaba por aquel lugar. Cuál sería mi sorpresa, me encontré un entorno muy distinto. Un mar de gente caminando por las aceras, entrando en las diferentes galerías, bares y clubs, una vibrante muchedumbre llenaba todo aquel sector. La música llegaba de todas partes y se mezclaban los diferentes ritmos dándole a la noche un toque especial.
Las exposiciones son en su mayoría de artistas jóvenes, algunos con un estilo rocambolesco y unas muestras que yo no seria capaz de colgar ni en mis establos.
Llegué hasta donde hace unos años estaba localizado mi negocio, todo el edificio tiene un inmenso mural pintado en la fachada, el espacio donde por años se confeccionaba ropa, donde trabajaban decenas de empleados está ocupado por el estudio y los almacenes del famoso pintor Romero Brito. El antiguo salón de costura es hoy su galería y tienda abierta al público. Caminé todo el local y pude observar en el piso, las viejas huellas de lo que un día fue mi fabrica, me sentí ahogado y aturdido.
Brito es además de buen pintor un gran negociante, su colección es inmensa, lo mismo pinta un cuadro, una línea de ropa o un automóvil. De la colección de Brito compré una figura, un Pepe Grillo, la conciencia de Pinocho, siempre me he identificado con esa creación de Disney, no solo por mi apellido, fue uno de los primeros cuentos que leí de niño y justo en aquel local, una licencia para confeccionar bajo la marca Disney le dio un inesperado giro económico a mi negocio.
Confieso que pasamos una velada espectacular. Al llegar a casa Mocho sacó de su caja a Pepe Grillo para ponerlo en un lugar especial, cuál sería su sorpresa, algo alarmada me dijo: -“Esta hecho en China”. En efecto, un sellito ovalado de color oro se lee “Made in China”.
No los someteré a un análisis de economía, comparando lo que mi empresa le aportaba a la comunidad por concepto de empleo y a las arcas del gobierno federal por concepto de impuestos y lo que le puede aportar las galerías de Brito. Solo les dejo esta ingenua observación, ¡Como podemos esperar que la economía se recupere, si hasta la conciencia de Pinocho está hecha en China!
