Thursday, November 29, 2012

De Dalí, ni un pelo.


 Yoko Ono, la viuda de John Lennon compro por 10,000 dólares un pelo del bigote de Salvador Dalí. Así dice la noticia aparecida en los principales diarios del mundo. En realidad la forma correcta de publicarla debía ser: Yoko Ono utilizó 10,000 dólares de John Lennon para comprar un pelo falso del bigote de Salvador Dalí. Si, porque de dos cosas estoy seguro, que la Ono no ha ganado jamás $10,000 dólares, y que el famoso pelo no era de Dalí.

El pintor catalán (catalán al fin) que no tenia un pelo de bobo, estafó a la Ono. No le dio gato por liebre, pero le dio paja por pelo. Ordeno poner en un bello cofre una pajita de sabe Dios que precedencia y se la envió a Yoko. Dalí decía ser inmortal y genial, esta noticia confirma ambas cosas. A veintitrés años de su desaparición física el pintor sigue estando vivo en las noticias, y sus ocurrencias siguen siendo geniales.

Por esta tomadura de pelo, propongo que Dalí sea nombrado oficialmente, inmortal y genial. Y a Yoko, por no haber logrado de Dalí ni un pelo, que le modifiquen el apellido. Podíamos digamos, cambiarle la primera letra por una A. No se a ustedes, pero a mi me suena mucho mas acertado Yoko Ano.

Thursday, November 15, 2012

El Colegio de las Monjas.







Las grandes obras suelen comenzar con un simple sueño. Un simple sueño, devenido en una gran obra puede impactar toda la sociedad. Rafael Matacena fue sin lugar a dudas un hombre soñador, y como todo soñador fue a su vez un visionario.

Fue precisamente durante su excelente gestión administrativa que el Central Mercedes, situado en la bella llanura de Colón, Matanzas, Cuba, vivió su mejor época, su época de gloria. Junto a su hermano Humberto, logro hacer realidad uno de sus tantos sueños: que el Central Mercedes tuviese una escuela católica. Provisto de una excelente escuela pública gratuita, muchas familias del Ingenio, deseaban que sus hijos se educaran dentro de la fe católica. Varias familias contribuyeron y la idea, el sueño tomo forma.

En la segunda mitad de la década del cuarenta, en el local que albergaba hasta entonces las oficinas de la compañía Atlántica del Golfo propietaria del Central Mercedes, se llevo a cabo una remodelación que incluyó entre otras cosas la construcción de una escalera exterior circular de metal con acceso al portal superior. En la carpinteria del Central se fabricaron las sillas, pupitres y demás mueble. Así nació el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes. En 1948 abrió sus puertas. El “Colegio de las Monjas”, así solíamos llamarlo, con cariño, para hacerlo más nuestro, mas intimo.

Consistía en una hermosa edificación de mampostería de dos niveles que sobresalía a las casas aledañas construidas en su mayoría de madera y techo de zinc. Su frente daba al parque central del Ingenio y mostraba dos amplios portales, uno en el nivel inferior y el otro en el superior, sostenidos ambos por cuatro enormes columnas de estilo griego, adornadas con basamento y capitel de diseño Jónico. Las columnas del portal inferior eran de superficie lisa, mientras las del superior (segundo piso) mostraban acanaladuras. Una baranda de concreto armado rodeaba el portal del piso superior.

De Canadá llegaron las monjas misioneras y comenzaron su obra. Allí se educaron cientos de jóvenes del Central y sus alrededores. Los grados abarcaban desde el kínder hasta el octavo. Por medio de becas otorgadas por la compañía propiedad del Ingenio tuvieron la oportunidad de estudiar allí, niños de menos recursos. Se impartían clases de violín, piano y guitarra así como de corte y costura. Se practicaban un gran número de deportes. El colegio fue un éxito total. Fue el primero de ese tipo en toda la región, y un ejemplo a seguir por varios pueblos de la comarca. Fue mi primer colegio, nacido en 1956 pude asistir a un solo curso.

En 1959, con 33 años de edad y 33,000 malas ideas en su cabeza, Fidel Castro se apodero del poder en Cuba. La fe y las enseñanzas católicas no tenían cabida bajo el adoctrinamiento y el odio impuesto por él desde el poder absoluto. El Colegio Nuestra Señora de las Mercedes fue una víctima más del totalitarismo. Fue clausurado y las monjas expulsadas de Cuba. Pero antes, recibieron hostigamiento y maltrato de parte de los represores.

 El desarraigo y la apatía de un pueblo víctima de un régimen impuesto por el miedo y cargado de odio, se encargo de corroer la sociedad y las instituciones en todos sus niveles. El paso de los años y el abandono han convertido a la nación cubana en un montón de escombros. El Colegio de las Monjas, es solo un ejemplo. Una foto reciente muestra su estado actual. Sin techo, abandonado, en sus portales y en sus paredes crece la mala yerba. Un toldo de franjas color naranja y blancas y dos columnas pintadas de un azul de mal gusto, demuestran otra fallida iniciativa reciente. Solo logran un macabro contraste con el moho de las paredes restantes.
 


A los que lo conocimos en sus días de gloria, la frialdad de sus hoy desnudas paredes, bañadas por el roció de todas las noches, nos congela el corazón y el alma. Nada queda, solo el atesorado recuerdo de tantas caritas felices y sonrientes, niños vestidos con elegantes y pulcros uniformes azules y blancos. Queda la estructura exterior, que terca, desafiante y acusadora se resiste a sucumbir ante la desidia. A pocos metros de distancia, del coloso que fue el Central Mercedes, solo quedan en pie las dos torres. Como las ruinas Mayas o Incas, nuestras ruinas también demuestras que existió una hermosa, organizada, laboriosa y pujante sociedad civil.

Los hermanos Castro exaltando bajas pasiones, como lo son el odio y la envidia, convirtieron el hermoso sueño de los hermanos Matacena en una horrible pesadilla. Demostraron, a un costo incalculable para la Nación cubana que: No es posible cosechar rosas blancas, cuando cardos y ortigas se cultivan.

Miguel Grillo Morales
Zolfo Springs, Fl

Dedicatoria.
A todos los que nacieron en el Central Mercedes. A los ex alumnos del Colegio. A los que laboraron en el. Y por supuesto, a la memoria de Rafael y Humberto Matacena

 
Reconocimientos:
A María Esperanza Semper por la información digna de un post futuro.
A mi hermana Martha Betancourt por los recuerdos.
A Rogelio Vega (Yeyo) por su buena memoria.
A Hugo Grillo Córdova por las fotos.


Monday, November 5, 2012

Yo voté temprano.


 El pasado viernes a las 5:30 PM ejercí mi derecho al voto. Aproveché esa modalidad popular que consiste en votar por adelantado. Llegue al recinto que me corresponde y delante de mí, en la cola, solo habían dos personas. ¿Les extraña? Ha queridos amigos, esa es una de las tantas ventaja de vivir en el monte. Sí, yo voto en un pequeño pueblo de la Florida llamado Wauchula. El joven que me atendió me pidió la licencia de conducir, la introdujo en la ranura del “scanner” y supongo que en el monitor frente a él aparecieron todos mis datos. Todos incluyendo el juanete en el pie derecho. Me entregó una carpeta con cuatro inmensas hojas y me indico: -“Fill it out, front and back and insert them in that machine in the corner”.

No me apresure, me tome mi tiempo. Sobre todo en las enmiendas, aunque ya las conocía de antemano, pueden confundir. Haciendo uso de mi derecho, a punta de bolígrafo rellene los ovalitos de los candidatos de mi preferencias y los SI o No de las enmiendas. No influyeron en mí, las advertencias, los miedos, los reclamos, los consejos bien y mal intencionados de uno u otro bando. Hice lo que reverendamente me salió de (deja ver como lo escribo) ¡Ya! Del alma. No sé si mi elección fue buena o mala, solo sé que fue mía. A la salida, un veterano de guerra me pego con su única mano, de su único brazo, un sello en mi camisa blanca: “I voted early, I made freedon count”.

Mañana martes por la noche, se sabrá quién dirigirá los destinos de este país por los próximos cuatro años. Puede que no sea el candidato de mi preferencia. Puede que no sea el candidato por el cual yo voté. Pero será el candidato escogido por la mayoría. Sera, a partir de entonces, mi Presidente y le deseo todo la suerte del mundo. De que haga bien su trabajo, depende el futuro y el bienestar de esta gran nación. Cuando del futuro de esta gran nación se trata yo no tengo partido. Solo me mueve el deseo de verla grande, libre y prospera.
 
Un americano alto y delgado con visión de futuro lo dijo hace ya muchos años: “Un gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo, no desaparecerá de la faz de la tierra”. Abraham Lincoln, que la decisión de tu pueblo mañana, proteja y siga haciendo realidad tu deseo. ¡God Bless America!