Tuesday, September 18, 2012

Lograr el éxito.

La vi arrodillada, en silencio, frágil, llorosa, dentro de aquella vieja y calurosa Iglesia, con todo el peso del dolor y la dictadura sobre sus hombros. Dentro de la Iglesia, un ataúd, dentro del ataúd los restos de un hombre. Después, ahogada por el dolor más que por el calor de julio, con valor y decisión se dirigió a los presentes. Han pasado casi dos meses desde que Rosa María Payá abrasada a aquella caja gris, elaborada con el desgano de los cautivos, le diera el último adiós a su padre.
Hoy he leído con detenimiento una entrevista donde Rosa María responde un grupo de preguntas formuladas por los lectores de Diario de Cuba . Su ecuanimidad y cordura me recordó a Oswaldo. Cuando nos afirma: “Nuestro éxito es lograr que el pueblo reclame y obtenga su soberanía" nos da una idea hasta qué punto los ideales de su padre calaron en esta joven cubana.
La libertad, el amor y el beneficio del prójimo fue el principal ideal de Oswaldo, eso lo motivaba, intentando lograrlo iba aquella fatídica tarde. Hoy se que aquel viaje continua. Esta joven no es solo “la hija de Paya” ella fue engendrada como todo ser humano con el derecho a ser libre, su padre se encargo de hacérselo saber con su ejemplo. Ella sabe cómo lograr el éxito, nosotros lo sabemos, ellos lo saben y tratan de impedirlo: En Cuba, la maldad perderá el poder cuando el bien pierda el miedo. Y hacia allá vamos.